Simce post pandemia

Publicado: 20 julio 2023

Se presentaron los resultados del SIMCE, la primera medición tras la pandemia luego que el Consejo Nacional de Educación la suspendiera en 2020 y 2021, quedando al descubierto lo que las autoridades denominaron una «baja histórica en matemática», un descenso de tal magnitud que no se había experimentado en una década. La caída fue más notoria en las mujeres, de hecho, la brecha de género, que en 2018 se había logrado anular, vuelve a aparecer. La fotografía del sistema educativo solo viene a reforzar lo que ya señalaban los organismos internacionales sobre los «otros» efectos del COVID-19; una pérdida aproximada de 2/3 del año académico en todo el mundo debido a los cierres de las escuelas, lo que se agudiza en América Latina, la región donde más se mantuvieron cerradas: 71 semanas escolares versus un promedio de 51,7 en conjunto de regiones del mundo.

Dr. Iván Suazo. Vicerrector de Investigación y Doctorados, Universidad Autónoma de Chile
La autoridad ministerial recalcó que «la presencialidad es insustituible», en eso estamos de acuerdo, pero en el estado actual de necesidad de reforzamiento del estudio no debiera demonizarse el enorme potencial que tiene la tecnología para fomentar el aprendizaje. La transformación digital de la educación que vivimos a todo nivel permite potenciar tanto la enseñanza tradicional en grupo como el aprendizaje a ritmo propio y las experiencias más personalizadas. El uso de la tecnología en el entorno escolar ayuda a superar las limitaciones de capacidad para ofrecer apoyo fuera del horario escolar y aprovechar el compromiso de los estudiantes al tiempo que se les dota de habilidades digitales.  
 
Para utilizar con éxito la tecnología para el aprendizaje, los estudios en el tema sugieren que es necesario: ampliar el acceso a los dispositivos y la conectividad; garantizar intervenciones de aprendizaje basadas en la tecnología que adapten las experiencias educativas a las necesidades y niveles de rendimiento de los estudiantes; integrar la tecnología en la gestión escolar para registrar las actividades, los aportes y el rendimiento de los estudiantes, con el fin de proporcionar a los directores y al personal escolar información para tomar decisiones y gestionar eficazmente los recursos escolares; adoptar contenidos digitales y prácticas pedagógicas basadas en la evidencia que aprovechen las ventajas que ofrecen las tecnologías educativas en el aula y fuera del horario escolar.  
 
La tecnología por sí misma no tendrá un impacto automático en el aprendizaje de los alumnos si se utilizan las mismas prácticas pedagógicas del aula, por lo que es necesario diseñar un plan eficaz de recuperación del aprendizaje que garantice la coherencia entre las evaluaciones, los objetivos de aprendizaje y los enfoques pedagógicos. La literatura científica ofrece ideas sobre políticas y modelos basados en la evidencia que los gobiernos y los sistemas escolares pueden utilizar para abordar los desafíos que enfrentan.
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