¿Más partidos o más de lo mismo?
Publicado : 22 diciembre 2022
En Chile se configuró un sistema bipartidista que agrupó a los partidos políticos como resultado de la transición democrática. Dos coaliciones permitieron una discusión política con partidos acotados y tradicionales, cuyos principios ideológicos eran claros y conocidos por la ciudadanía. Configurando un espectro político clásico de derecha, centro e izquierda. En la actualidad, somos espectadores de una primavera política con bulladas renuncias a viejas militancias y el florecimiento de nuevos partidos que ya no encajan en los ejes históricos y que podríamos calificar como un pluralismo amplio, emergente y polarizado. Sin embargo, el fenómeno no es reciente.

Ciertamente que no son los movimientos emergentes, sino la reconfiguración de fuerzas emergentes que provienen de las filas de partidos más tradicionales. La novedad parece no ser una profundización de la democratización que incorpora nuevos sectores a la representación popular, sino la fragmentación y reconfiguración de los ejes históricos del régimen político chileno. Ahora habrá que ver que tan viable resulta un régimen político tan disperso, qué capacidad negociadora tendrá y si estará a la altura de los debates profundos que requieren los cambios que la sociedad demanda. O por el contrario se quedará en los particularismos identitarios, la conquista del espacio electoral, generando un vacío de poder y debilitando la democratización.