Mejorar la detección y retrasar el avance de las enfermedades renales crónicas

En una sociedad con cada vez mayores tasas de obesidad, las enfermedades renales van en continuo aumento. Frente a este problema de salud pública, el Dr. Jonatan Barrera Chimal está estudiando nuevos biomarcadores que permitan diagnosticar estas enfermedades de forma temprana y también mejorar las terapias post trasplante renal.
Corte histológico de riñón afectado con enfermedad renal crónica

Jonatan Barrera Chimal trabaja como investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México, específicamente en el Instituto de Investigaciones Biomédicas y el Instituto Nacional de Cardiología. A los 16 años comenzó sus estudios de licenciatura y sus primeros trabajos de laboratorio y, cuatro años después, dio inició a su doctorado donde desarrolló investigación relacionada a la nefrología. Hoy trabaja en varias líneas de investigación, entre las que destaca las consecuencias cardiovasculares de la enfermedad renal crónica y con el trasplante renal. 

El investigador nos cuenta que normalmente el diagnóstico de la enfermedad renal crónica es muy tardío y que trabajar en un procedimiento de detección temprano es clave para disminuir la creciente necesidad de trasplantes de riñón. En sus palabras, «actualmente vivimos una pandemia de obesidad y diabetes y esto, finalmente, desencadena consecuencias como la enfermedad renal crónica. Es por ello que la clave estaría en la detección temprana de dicha enfermedad y, por supuesto, en mejorar los procedimientos para quienes ya tienen una falla total de sus riñones«

 El Dr. Jonatan Barrera Chimal es investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fotografía: Nadia Politis

¿En qué consiste y qué complicaciones puede tener un trasplante renal?

Esta es una terapia que se utiliza cuando uno de nuestros órganos ya no funciona. Entonces, la única estrategia terapéutica que queda es colocar el órgano de otra persona en nuestro organismo. Sin embargo, nosotros tenemos en nuestro organismo un sistema que se conoce como sistema inmune, cuya principal función es detectar nuestras mismas células. Cuando este reconoce algo extraño, como una bacteria o un virus, la respuesta del sistema inmune es atacarlo. De este modo, lo que sucede cuando nosotros colocamos el órgano de otra persona en nuestro organismo, es que este sistema inmune, que se encarga de reconocer lo que no nos pertenece, va a rechazarlo.

Este rechazo hará que el órgano se vea afectado y, nuevamente, la persona va requerir otro trasplante. Nuestro objetivo, en el laboratorio, es encontrar cómo hacer que nuestro organismo reconozca estas células nuevas, este órgano nuevo, como propio y no lo rechace y, de esta forma, el órgano pueda funcionar y la persona tenga salud.

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«Nuestro objetivo, en el laboratorio, es encontrar cómo hacer que nuestro organismo reconozca estas células nuevas, este órgano nuevo, como propio y no lo rechace y, de esta forma, el órgano pueda funcionar y la persona tenga salud.»

¿Qué obstáculos existen en el tratamiento temprano ? 

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La principal es que, normalmente, el diagnóstico de la enfermedad renal crónica se hace de forma tardía, porque el riñón tiene una reserva funcional muy importante, entonces, cuando el paciente tiene síntomas, es cuando el riñón prácticamente ya tienen menos del noventa por ciento de la función renal y es muy tarde para poder intervenir oportunamente.

¿En qué consisten sus investigaciones?

Parte de las investigaciones que hemos realizado en el pasado es en la parte de nuevos biomarcadores, nuevos métodos de diagnóstico para enfermedad renal crónica en etapas más tempranas, que nos permitan incidir y prevenir la progresión de la enfermedad, eso es una. También estamos trabajando con estrategias terapéuticas novedosas para prevenir  o detener completamente la progresión de la enfermedad.

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«Parte de las investigaciones que hemos realizado en el pasado es en la parte de nuevos biomarcadores, nuevos métodos de diagnóstico para enfermedad renal crónica en etapas más tempranas, que nos permitan incidir y prevenir la progresión de la enfermedad, eso es una. También estamos trabajando con estrategias terapéuticas novedosas para prevenir o detener completamente la progresión de la enfermedad»

En los últimos años se ha hablado sobre órganos artificiales ¿qué nos puede decir acerca del uso de riñones artificiales en el tratamiento de personas que requieren un trasplante?

Se ha intentado pero los resultados que se tienen hasta el momento son muy preliminares, son estudios muy pequeños donde falta muchísimo desarrollo.

Estos avances, quizás algún día, sean una buena alternativa pero, por el momento, aún se requiere de donadores y estudiar la biocompatibilidad para lograr una mayor probabilidad de éxito en el procedimiento de trasplante renal. Mientras esperan trasplante, quienes sufren de patologías renales crónicas, deben someterse a tratamientos como la hemodiálisis.

Ejecución de un trasplante renal en una rata. Fotografía: Nadia Politis

Minutos antes de conversar con nosotros, el Dr. Barrera-Chimal estaba dentro del laboratorio realizando una cirugía de trasplante renal en una pequeña rata, relata que las instalaciones y equipos utilizados en los distintos centros son muy similares, pero que las diferencias están en cómo se ejecutan ciertos procedimientos. Cuenta que «Por el momento, con el investigador de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Cristián Amador, están colaborando en el área de trasplante, en la parte de montar la técnica de trasplante renal en modelos experimentales, tanto el rata como el ratón«.

¿Qué efectos o beneficios tiene el realizar colaboraciones internacionales?

La colaboración es muy buena. En estas visitas que estamos haciendo, tanto yo en Chile, como Cristián  [Amador] que recién fue a México, podemos compartir ideas. Se presentan los seminarios y, entonces, hay una difusión muy grande, que se transforma en una oportunidad para que científicos de diferentes áreas puedan tener esta información sobre lo que nosotros estamos haciendo, y lograr un equipo más multidisciplinario que, desde diferentes áreas y desde diferentes perspectivas, pueda abordar el mismo problema y tener mejores y mejores ideas para solucionar este problema del trasplante renal.

Siendo un poco más específicos ¿qué pueden compartir, en términos técnicos, sobre el trasplante mismo? 

Es, justamente, porque la técnica de trasplante renal en roedores, al ser muy pequeñitos, es muy complicada y la forma de abordar el cómo, por ejemplo, en este caso, pegar la arteria renal de un ratón donador con la  arteria aorta del ratón receptor es distinta. La idea es juntar lo mejor de ambas técnicas  para lograr que el procedimiento sea más fácil, más efectivo y tengamos un resultado mejor.

Exposición del Dr. Jonatan Barrera Chimal para investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chile, durante su última visita. Fotografía: Nadia Politis

Finalmente, el joven investigador destaca la importancia de desarrollar estas investigaciones y, por sobre todo, ponerlas a disposición de la gente. Se refiere a la divulgación de los resultados como «súper importante» y menciona que «la finalidad de su trabajo va en beneficio a la sociedad. Parte crucial de esto, es llevar soluciones, desde el laboratorio, a la población y para ello es necesario que estén informados«. Asimismo, señala que es importante saber que se están haciendo avances y que es necesario seguir en esta senda, utilizando de buena forma los recursos públicos invertidos para poder, finalmente, lograr no solo mejores resultados, sino mejores tratamientos, ya que quienes se benefician son personas.

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