Literatura y educación: construyendo identidades

Publicado : 30 agosto 2021

Libro publicado por Ediciones Universidad Autónoma de Chile recoge los principales trabajos expuestos durante la Primera Jornada Nacional de SOCHEL realizada en Temuco, iniciativa que generó un espacio de encuentro entre investigadores que estudian la literatura infantil y juvenil.  

Cuando leemos, nos transportamos. Consciente o inconscientemente, nuestros pensamientos se trasladan a lugares desconocidos, que solo podemos comprender y experimentar a través de la interpretación de las palabras y los significados que les otorgamos. Como bien se dice, «leer es un viaje», que, en palabras de la antropóloga francesa Michèle Petit, «puede dar eco a toda una vida». Así inicia Literatura y educación: construyendo identidades.

El objetivo principal de esta publicación es difundir investigaciones, reflexiones y experiencias sobre literatura en relación con la identidad y la escuela. Doce textos, desde escritos más teóricos hasta experiencias y propuestas prácticas de abordaje, un aporte desde la academia al desarrollo de un área fundamental para la sociedad.  

«¡La lectura literaria es una experiencia maravillosa! Efectivamente, a través de ella nos miramos como seres humanos. La literatura, como otras artes, surge de la reflexión sobre la humanidad, nosotros y nuestra necesidad de comunicarnos. Si bien no toda lectura literaria nos va a ser significativa, cuando nos conectamos, se debe a que nuestro ser humano ha sido remecido» describe la Dra. Pilar Valenzuela.  

Y agrega: «como sociedad debemos aprender a compartir las lecturas, a conversar sobre ella, sobre qué sentimos o pensamos respecto de lo que leemos y, sobre todo, que demos la libertad y acceso a los libros a niños y niñas».  

Temas como interculturalidad, historia, identidad y memoria del país se desarrollan en textos que reflexionan sobre cómo la incorporación de estas temáticas en los corpus de estudio puede enfrentar una visualidad hegemónica que intenta monopolizar las construcciones identitarias. 

En este sentido es importante discutir sobre los cánones literarios de una sociedad y sobre qué representan, qué aspectos culturales se presentan, entre otros temas de relevancia.  

Por ejemplo, está la nula incorporación de los idiomas de los pueblos originarios en los establecimientos. «Esto evidencia el poco valor que como sociedad nacional le damos a su cultura, considerando que el idioma es uno de los principales factores culturales e identitarios» analiza la investigadora.  

Y añade: «si en los colegios se privilegia el alemán, el inglés u otro idioma de otras naciones, dejamos en evidencia que valoramos más esas culturas. Espero que pronto esta situación cambie y que todos los estudiantes tengan la posibilidad de aprender idiomas propios del territorio y de la cultura chilena».  

En el campo editorial también hay una tarea importante por hacer. No hay muchos libros que se escriban en idiomas de los pueblos originarios o que sus contenidos literarios tengan relación con estas culturas.  

«Falta designar fondos y proyectos para fortalecer esa línea editorial. Chile es diverso y en su diversidad cultural está su valor también, tanto las culturas existentes como las que se van integrando a través de los procesos de migración. Mi sugerencia apuntaría a esa necesidad de reconocer la diversidad y valorarla» finaliza la especialista.

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