La salud es un derecho
Publicado: 06 de abril 2021
La pandemia ha hecho aún más evidentes las barreras de acceso a salud de las personas migrantes: discriminación producto de la falsa asociación entre migración y COVID, el incremento del racismo y la xenofobia; falta de conocimiento de parte de los equipos de los modelos y sistemas de salud de los países de origen; y barreras idiomáticas, por mencionar algunas, son las dificultades que deben enfrentar quienes migran, evidenciando esta situación, la necesidad de generar marcos legales y normativos que protejan los derechos de las personas en movilidad y refugio.
Resulta especialmente preocupante que solo tres países -Chile, Perú y Guatemala- reconocen la protección de la salud de grupos vulnerables. Solo Honduras y Salvador cuentan con medidas para abordar la salud de las personas migrantes en tránsito. Esto es especialmente complejo si consideramos que, en América Latina debido a las crisis sociales, políticas y naturales más de 8 millones de personas se encuentran en situación de desplazamiento forzado.
Como menciona el libro “Salud y migraciones: Relevancia, consideraciones generales y desafíos para el Chile de hoy” es fundamental elaborar estrategias y acciones con pertinencia cultural, abordar desde la interculturalidad, desde el reconocimiento del otro las condiciones y necesidades propias de la migración. Dialogar desde el reconocimiento para garantizar el acceso y uso del sistema de salud con adecuación cultural. Desde la política nacional y desde la normativa en materia migratoria debemos garantizar a quienes migran, la salud como derecho.
Carta publicada en: El Llanquihue y El Austral de Osorno.