La pastilla que nos hace más inteligentes

Publicado : 19 julio 2022

Especialistas de todo el mundo están alertas por el aumento en el uso de fármacos para potenciar capacidades cognitivas, medicamentos originalmente diseñados para tratar enfermedades neurológicas que son tomados por personas sanas para potenciar la concentración, vigilia y combatir la fatiga cognitiva.

Bradley Cooper en 2011 filmó Sin límites filme en la que una pastilla permitía a sus consumidores utilizar el 100% del cerebro. El protagonista conseguía, gracias a la agilidad mental que le daba esa sustancia, destacar en cualquier campo en el que interviniera.  

La idea de gozar de capacidades potenciadas del sistema nervioso central y del cerebro, extendiendo nuestras capacidades naturales a través de la ciencia y la tecnología, pareciera ser que dejó de ser un tema de ciencia ficción, sino que ya es posible a través por ejemplo de las neuromejoras.

Éstas se definen como la aplicación, en personas sanas, de una técnica o sustancia, para mejorar alguna capacidad cognitiva estratégica, como pueda ser la memoria, la concentración o el cálculo, entre otros.   Bajo esta noción un grupo cada vez mayor de personas está tomando medicamentos diseñados para corregir alteraciones en el funcionamiento del cerebro para así, mejorar la competitividad o para aumentar la capacidad de atención.  

¿Qué pastillas son? Nootrópico como el metilfenidato, un medicamento psicoestimulante usado para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH); el modafinilo, un neuroestimulante que suele prescribirse para aquellas personas que padecen narcolepsia: y también el donezepilo, usado para tratar la dificultad para recordar y pensar en enfermos de demencia y Alzheimer.  

«No sabemos cuántas personas sin un diagnóstico médico están tomando estos medicamentos, ni tampoco de qué forma. Necesitamos tener estudios y datos que nos permitan disponer de una visión amplia de los riesgos y beneficios de este tipo de fármacos y establecer a partir de ahí unas regulaciones jurídicas claras para su uso» comenta la Dra. María Isabel Cornejo Plaza, investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.  

Y agrega: «la mejora cognitiva implica un cambio de paradigma en derecho si se examina a la luz del neuroderecho. Debido al alcance biopsicosocial, cuyo debate filosófico y bioético parece ineludible».  

Por ejemplo, una persona que haya aumentado su neurocognición ¿de qué tipo de culpa responderá en un contrato?, ¿deberá transparentar que actúa bajo neuromejora?, ¿el cuidado debido de una persona que actúa bajo mejoras debe elevarse? Son interrogantes que sin duda, deberemos responder en un futuro no lejano, desde la dogmática jurídica.  

«La supuesta mejora tiene un costo, no solo económico, sino también social y no sabemos cuán elevado será» finaliza la especialista.

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