Fomentar la educación científica en escolares a través de la metodología «aprender haciendo»

Ciencia Experimental y Recreativa Escolar (CERE) es un grupo multidisciplinario de docentes – investigadores del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas (ICQA) y del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB) de la Universidad Autónoma de Chile, que surge con el propósito de enriquecer la forma de hacer difusión y/o extensión científica en establecimientos educacionales a través de la creación de actividades experimentales gratuitas.  

«El desarrollo del pensamiento crítico y científico es un tema inquietante para el sistema educativo actual, especialmente en establecimientos públicos. Nuestro grupo viene a colaborar a través de estimular y promover el interés científico en niños, niñas y jóvenes haciendo difusión, en diversos formatos, de conocimiento científico, de manera que contribuya a aumentar la curiosidad y espíritu analítico, habilidades propias de un investigador» relata la Dra. Valeria Villalobos, investigadora de la Universidad Autónoma y participante del grupo de divulgación CERE.

Ya son dos libros editados; Con las manos en la ciencia y Efecto Moiré ambos descargables de forma gratuita desde la página web del Centro de Comunicación de la Ciencias, que explican con acciones prácticas fenómenos científicos, teorías y otros conceptos que habitualmente son difíciles de entender. También tienen experimentos científicos en video, para hacer en casa en estos días de confinamiento, apostando por nuevos formatos de divulgación. En ellos se abordan conceptos como: qué es la densidad, polímeros inteligentes, reacciones químicas, DNA, empuje o fuerza de flotación, entre otros.

«Realizar este tipo de actividades junto con comunicar el desarrollo e importancia de las investigaciones realizadas en universidades permite forjar un punto de partida a temprana edad que facilite el acrecentar en niños y jóvenes su perspectiva y vínculo respecto a la ciencia. La investigación es la herramienta que nos llevará el progreso del país. Chile cuenta con grandes reservas de materias primas, debemos ser capaces de aplicar y crear innovaciones a futuro y eso es posible acrecentando desde temprana edad el vínculo con la ciencia y su método» agrega la Dra. Valeria Villalobos.

El equipo es multidisciplinario conformado principalmente por docentes que desarrollan actualmente investigación científica en la Universidad en distintas áreas del conocimiento: biología, bioquímica, biotecnología, física y química. «Todos los integrantes del grupo poseían de forma individual experiencia en actividades de divulgación científica, por lo que surgió la decisión de unirnos para poder potenciar el diseño, desarrollo y organización de este tipo de actividades desde un punto de vista multidisciplinario, de tal forma de mostrar que el desarrollo de la ciencia es fortalecido cuando se trabaja integrando cada una de las especialidades» fundamenta la investigadora.

Para el segundo semestre de este año el grupo está trabajando en la creación material gráfico para el proyecto «mo-viendo ciencia», la explicación desde un punto de vista multidisciplinario de distintos conceptos que se escuchan en la vida cotidiana. «Esperamos que cuando se puedan reanudar las reuniones con grupos más grandes de personas y las clases en los colegios, podamos retomar nuestras actividades presenciales como ferias científicas y seminarios interactivos» señala la Dra. sobre el futuro del grupo.

Efecto Moiré

La idea de este texto surge desde una inquietud de la vida cotidiana: «explicar el fenómeno óptico que se observa al pasar por un patrón de formas regulares, como una reja por ejemplo o al observar las líneas que tienen ciertos computadores o televisores». Un efecto óptico que todos hemos presenciado pero que tiene una explicación científica.

La palabra Moire (o Moiré) proviene del francés y significa «apariencia cambiante y brillante (de una superficie)» por analogía a las ondas que se generan en la superficie del agua, así los patrones de Moiré son aquellos que se generan por superposición de grupos de líneas, generalmente paralelas y de separación semejante, que producen un efecto óptico de movimiento, el que ha sido utilizado en diversas disciplinas por ejemplo en el diseño de animaciones como las láminas que presenta el libro.

«Este material revisa un fenómeno muy común y cotidiano, que estoy seguro muchos han experimentado en su día a día. Lo tomamos como ejemplo para demostrar que la imaginación y la inquietud son poderosas herramientas que nos permiten avanzar y crecer como personas críticas de nuestro entorno, enseñanza que les debemos heredar a nuestros hijos. Esperamos que este proyecto sirva como un paso más para que los niños de nuestro país se conviertan en jóvenes con inquietud científica» finaliza la investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.

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