Investigadora destaca la necesidad de coordinación en educación entre escuela, familia y comunidad

Publicado : 19 mayo 2023

La Dra. Dawn Anderson-Butcher, académica de la Facultad de Kinesiología en The Ohio State Universidad (OSU), conversó con profesores de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile sobre el plan ONE LINDEN y específicamente sobre la Iniciativa One Linden Schools (OLSI) que basa su estrategia en la cooperación entre los actores involucrados en el proceso de aprendizaje.

El principio central de One Linden Plan, y de todo plan comunitario, está en la participación de la ciudadanía. Participar directamente en la definición de las políticas que afectan su vida provoca compromiso y apoyo, más que cuando las políticas se determinan para las personas, pero sin ellas.  

«Es importante así la coordinación entre la escuela, familia y comunidad en los distintos niveles de construcción de la estrategia de aprendizaje» comentó la Dra. Dawn Anderson-Butcher en su reciente visita a la Universidad Autónoma de Chile.  

Instancia en la que se reunió con un grupo de académicos para conversar sobre la experiencia adquirida en la participación de la creación del Plan One Linden, sobre cómo mejorar el aprendizaje, promover el desarrollo positivo y abordar barreras no académicas a través de la asociación entre escuela, familia y comunidad.  

Para la investigadora, quien es también directora ejecutiva de Community and Youth Collaborative Institute, la colaboración es fundamental y se inicia en el proceso de planificación, en el que se debe coordinar e integrar los diversos servicios comunitarios, pensando en la creación de capacidades a nivel de sistema.  

«Hay que mantener la participación de la familia y la comunidad en los procesos de mejora escolar, a través de la evaluación conjunta de las necesidades y el análisis de brechas, que permitan crear consenso entre las partes involucradas» analizó la Dra. Dawn Anderson.  

De esta manera el plan establecido se implementa basado en los datos de la administración de la escuela, pero sin dejar fuera a las otras partes interesadas. «Movilizar, integrar, unir, y maximizar los recursos, siempre evaluando tanto los procesos como los resultados en los múltiples niveles de apoyo de los procesos de mejora continua» complementa la investigadora internacional.  

El plan One Linden establece 10 principios básicos: estabilizar y ampliar las opciones de vivienda; abordar las preocupaciones de seguridad y el atractivo estético de lugares específicos de la ciudad; conectar a la comunidad mejorando el acceso al vecindario; fomentar nuevos negocios; mejorar la salud de los residentes considerando no solo los aspectos físicos, sino también emocionales y financieros, entre otros aspectos que afectan el bienestar para diseñar programas que permitan que las opciones más saludables sean las más fáciles de seguir; entre otros aspectos.  

En el tema específico de la educación plantea la necesidad de ofrecer capacitación en habilidades, mejorar la trayectoria profesional de la escuela y aumentar las conexiones de transporte. Y con respecto a la primera infancia busca apoyar la estabilidad en las vidas jóvenes, mejorar el acceso a servicios informados sobre el trauma para generar experiencias positivas que permitan a éstos desarrollarse de forma integral.  

Durante el proceso se detectó cuatro prioridades emergentes: mejorar el bienestar psicológico y la salud mental conductual; aumentar la participación de los padres/familias y la comunidad; promover el clima escolar, la intervención y el apoyo conductual positivo; y mejorar la coordinación de servicios y las asociaciones para maximizar los recursos.  

La investigadora detalló las iniciativas vinculadas a cada una de estas brechas, destacando lo importante que es la asociación entre múltiples organizaciones y socios comunitarios, como forma efectiva de implementar y crear capacidades locales.  

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