Usualmente la gente utiliza como sinónimos los conceptos de afonía o disfonía, sin embargo, existe una gran diferencia entre ambas, pues la primera es la ausencia de voz, en cambio en la disfonía si hay voz, pero ésta puede encontrarse afectada en el tono, intensidad y la presencia de ronquera o similares. La causa de la disfonía suele ser multifactorial, por lo cual se trabaja en un equipo compuesto por otorrinolaringólogo, fonoaudiólogo y en casos especiales se debe contar con la colaboración de otros especialistas como es el psicólogo, pues la calidad de la voz también puede verse afectada cuando hay factores estresantes psicológicos. Asimismo, durante los últimos años se evidenció más la presencia de disfonía, post secuela del COVID-19, considerando la alta proporción de pacientes intubados a largo plazo en las unidades de cuidados intensivos.  

 

Es importante recordar lo importante que es proteger la salud vocal incorporando algunos hábitos y recomendaciones para una adecuada higiene vocal: si presentas disfonía por 15 o más días consulta a un médico otorrinolaringólogo; aumenta de manera gradual el consumo de agua natural, hasta llegar a los dos litros de agua diaria; si te expones a largas jornadas donde debes usar tu voz, en los momentos que puedas realiza reposo vocal, es decir guarda silencio; consume tu última comida, mínimo 2 horas antes de ir a dormir, para evitar posibles reflujos, esto también puede afectar tu voz; y cualquier consulta no dudes en consultar a tu fonoaudiólogo más cercano, evitemos normalizar las afecciones a la voz, las personas deben asistir a un especialista antes, no sólo cuando se encuentran impedidas de fonar.