Profesionalización de la diplomacia

Publicado : 29 marzo 2022

La preparación de un diplomático no se puede improvisar, requiere una adecuada preparación y un conocimiento acabado de variados temas para que el ejercicio de su actividad sea coherente con la política de Estado y del gobierno. Función que ha cumplido la Academia Diplomática Andrés Bello desde 1954, formando los expertos en temas internacionales no solo de nuestro país sino de otros de la región. La geopolítica y los intereses de las potencias son cuestiones cruciales en el contexto actual. Estamos en medio de una evidente disputa por la hegemonía internacional que podría reconfigurar la arquitectura del propio sistema. Indudablemente, los acuerdos, las negociaciones y el ejercicio de una diplomacia que los reduzca los conflictos, es la salida que el mundo espera, en un contexto de creciente tensión.

Dra. Lorena Araya Directora Grupo de Investigación Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Chile
Desde nuestro país la guerra en Ucrania parece lejana. No la tenemos en nuestra frontera como la Unión Europea ni formamos parte de la OTAN como Estados Unidos. Pero, somos parte del sistema de Naciones Unidades, hemos participado en operaciones de paz, cooperación internacional y tenemos sistema de acuerdos internacionales. Como política de Estado hemos sido respetuosos de las normas y los fallos internacionales. Tenemos relaciones políticas, diplomáticas y económicas con los cinco continentes, además de una alta vulnerabilidad a las variaciones de las importaciones, los precios de los comodities y del petróleo.
 
Para una adecuada representación de los intereses nacionales, en el sistema internacional, se requiere preparación y un adecuado conocimiento de las diferentes temáticas que van desde la propia diplomacia, el comercio, el derecho internacional, las reclamaciones antárticas, medioambiente, migración, derechos internacionales, entre muchos otros. Que no hacen más que dar cuenta de los diferentes ámbitos de especialización que requiere la diplomacia de nuestro país.
 
Hasta ahora, la conducción de los temas internacionales radica en la figura del presidente y cada vez que asume un nuevo gobierno, se pone en evidencia la tensión entre los nombramientos de embajadores de carrera v/s los embajadores de confianza política. Sin embargo, en la medida que primen los nombramientos de embajadores con poca o nula preparación en temas internacionales y no conozcan en profundidad los alcances de su actividad, en un contexto el cual pesan tanto las formas como el fondo, difícilmente se podrá representar y defender los intereses del país o lograr avances en el entendimiento bilateral o generar espacios para una mayor cooperación.
 
La Diplomacia no se puede improvisar, aunque el presidente pueda y/o requiera nombramiento de confianza política que le permitan visibilizar los ejes de su gobierno. Aun en ese caso, se debería ponderar el acabado conocimiento político, histórico, económico y cultural de quien tiene la delicada misión de presentar los intereses de Chile. Es una instancia política y el despliegue del softpower del gobierno, un delicado juego de ajedrez, que requiere de preparación en cuestiones de fondo y de formas. Es una función pública que nos abre o cierra las puertas, que nos empuja a los conflictos o a la cooperación y que requiere de memoria histórica, pues las relaciones internacionales se construyen en el muy largo plazo.
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