Cambio climático: Investigadores dan fecha de eventual colapso de la corriente oceánica que regula el clima

Publicado: 04 agosto 2023

La Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, debido a sus siglas en inglés) es la zona donde pasan las corrientes superficiales y profundas en el océano Atlántico, las cuales, según un reciente estudio publicado en la revista Nature, se detendrán por completo para el año 2057 si es que sigue recibiendo efectos de gases invernadero y el cambio climático.  

De acuerdo con un reportaje del diario español El País, en 2018 se realizaron dos estudios separados sobre el eventual debilitamiento del sistema circulatorio del planeta, que es esta corriente oceánica encargada de llevar agua desde los mares tropicales hasta los del norte. Luego, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, perteneciente a las Naciones Unidas, también llegó a esta conclusión, aunque veía “difícil” que ocurriera en el siglo XXI. Pero, con el nuevo estudio, realizado por dos investigadores daneses (Peter y Susana Ditlevsen), ya habría fecha para el colapso, aunque algunos de sus pares indican que todavía “no hay los suficientes datos”.

Los investigadores, miembros del Instituto Niels Bohr y el Departamento de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Copenhague, usaron estadísticas avanzadas y datos de temperatura del océano de los últimos 150 años para calcular que esta corriente oceánica colapsará, con un 95% de certeza, entre 2025 y 2095.

“Cerrar el AMOC puede tener consecuencias muy graves para el clima de la Tierra, por ejemplo, al cambiar la forma en que el calor y la precipitación se distribuyen a nivel mundial. Si bien el enfriamiento de Europa puede parecer menos severo a medida que el mundo se vuelve más cálido y las olas de calor ocurren con más frecuencia, este cierre contribuirá a un mayor calentamiento de los trópicos, donde el aumento de las temperaturas ya ha dado lugar a condiciones de vida desafiantes”, señaló Peter Ditlevsen.

El profesor puntualizó diciendo que “nuestro resultado subraya la importancia de reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero lo antes posible”.

La profesora Susanne Ditlevsen, en tanto, afirma que “usando herramientas estadísticas nuevas y mejoradas, hemos realizado cálculos que brindan una estimación más sólida de cuándo es más probable que ocurra un colapso de la circulación termohalina (vale decir, la circulación oceánica que es impulsada por las diferencias de temperatura y salinidad del agua en los océanos), algo que no habíamos podido hacer antes”.

El dr. Pablo Rojas Venegas, biólogo marino e investigador de la Universidad Autónoma de Chile, comenta que el estudio significa “una preocupación genuina para la comunidad científica y para todos nosotros como ciudadanos del planeta”.

“Este mecanismo crucial, que regula la principal corriente oceánica responsable de distribuir el calor y las precipitaciones entre los trópicos y la costa atlántica de Europa, no solo es un tema de interés científico, sino que impacta directamente en nuestras vidas y en el equilibrio climático global”, dice.

 

-¿Cómo se podría definir al AMOC, profesor Rojas?

-Es como el motor oculto del clima, que desempeña un papel fundamental en la regulación de las temperaturas en Europa occidental y el este de América del Norte. Su debilitamiento progresivo debido al deshielo acelerado de Groenlandia y el Ártico, y el aumento de agua dulce en el Atlántico, nos pone en alerta sobre los impactos inminentes que podríamos enfrentar. Sequías, inundaciones, cambios en las pautas de lluvia y alteraciones en la vida marina son solo algunas de las posibles consecuencias.

-¿Qué atención debemos darle a este estudio?

-Este estudio debería ser un llamado de atención urgente para todos nosotros. El cambio climático es una realidad que afecta directamente nuestra forma de vida y el futuro de las generaciones venideras. Debemos tomar medidas decididas para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, como ciudadanos comprometidos con el bienestar del planeta, actuar de manera consciente y exigir a nuestros líderes que tomen medidas audaces para enfrentar esta crisis. El tiempo para la inacción ha terminado. Aunque los desafíos son enormes, también lo son las oportunidades para promover un cambio positivo. Juntos, podemos marcar la diferencia y asegurar un futuro sostenible para nuestro hogar común, la Tierra.

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