Identificar la composición de los cálculos renales permite tratarlos específicamente disminuyendo su recurrencia

Publicado : 20 mayo 2022

Según estudios recientes el 60% de los pacientes que han tenido un cálculo tendrán otro antes de diez años, el 35% antes de cinco y el 15% antes de un año del primer episodio. La formación puede ser reducida en un 50% si se ofrece al paciente medidas apropiadas en base a la composición del cálculo, procedimiento que en Chile no se realiza de forma rutinaria o demora por no contar con acceso a técnicas modernas para este análisis químico.

Los cálculos renales son masas sólidas que se forman en los riñones cuando las sales o minerales presentes naturalmente en la orina cristalizan.  

Pueden ser de diversos tamaños, desde arenillas milimétricas, hasta piedras de varios centímetros las que, al quedar atascadas, provocan dolorosos cólicos renales, entre otros síntomas como hematuria -sangre en la orina-, dolor al miccionar o infecciones.  

Su tratamiento varía de acuerdo con la localización, el tamaño, y la composición química: desde mayor consumo de agua, pasando por fármacos para ayudar en su expulsión, hasta intervención quirúrgica.  

Estas piedras se forman a partir de diversos componentes presentes en el organismo: pueden ser de calcio, ácido úrico, cistina, estruvita (creados por bacterias que colonizan el tracto urinario) y otros derivados del uso de determinados fármacos.

«Un estudio metabólico permite definir acciones específicas dirigidas a prevenir las causas particulares según su composición y el tratamiento a seguir. Por ejemplo. muchos cálculos de ácido úrico y de cistina pueden disolverse con la administración de medicamentos alcalinizantes, pero los cálculos de calcio son diferentes, no se disuelven, se presentan en dos formas mono y dihidrato, y tienen que cruzar por la vía urinaria o ser extraídos» analiza el Dr. Carlos Peña, director del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile.  

Para definir de qué están compuestos se utilizan diferentes técnicas, una de las más comunes en Chile es el análisis húmedo de la litiasis. «El gran problema de este método es que sólo puede identificar la presencia de iones y radicales de forma individual, sin poder lograr la identificación precisa ni la cuantificación de los componentes mixtos en un mismo cálculo. Es por esto, que los métodos químicos húmedos cada vez se usan menos» complementa el investigador.  

La mayoría de los cálculos son mixtos, por lo que las densidades se superponen y no se permite una correcta caracterización del tipo. En tanto, los métodos óptico-químicos y cristalográficos ofrecen cierta ventaja ya que permiten identificar cada uno de los componentes y sus proporciones a través de una evaluación semi cuantitativa.  

La Asociación Europea de Urología propone a la Cristalografía de rayos X y a la Espectroscopía Vibracional Infrarroja como técnicas preferentes para la determinación de la composición de las litiasis renales, ya que, «al determinar la huella digital de los componentes químicos del cálculo, otorga una identificación inequívoca. El problema es que son pocos los Centros Médicos con este tipo de instrumentación ya que son costosos y habitualmente se utilizan más para estudios en materiales minerales y poliméricos, que para trabajo clínico» comenta el Dr. Carlos Peña.  

Por eso es tan importante el convenio de derivación recientemente firmado por la Universidad Autónoma de Chile, sede y el Laboratorio Clínico Prevegen de Concepción, el cual permitirá utilizar técnicas espectroscópicas para identificar la composición química de los cálculos renales, procedimiento que será realizado en Temuco por profesionales del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de esta casa de estudios.  

Las muestras serán derivadas hasta Temuco principalmente por los doctores Gonzalo Peña y Eduardo Chaparro, urólogos de Concepción, que han sido impulsores del uso de esta técnica en el Biobío. Para la Dra. Liliana Lamperti, bioquímica de la Universidad de Concepción y fundadora del laboratorio, este convenio es un aporte significativo para la diferenciación que desean que exista con otros laboratorios clínicos de la plaza.

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