Vinculación internacional en química analítica para investigar el cambio climático

Publicado : 24 diciembre 2021

Investigadores de la Universidad Autónoma de Chile adjudicaron concurso ANID que fomenta la vinculación internacional de instituciones de investigación regionales. El proyecto fortalecerá las capacidades de química analítica en la zona sur de Chile a través del trabajo colaborativo con universidades españolas para el estudio del cambio climático en sistemas oceánicos.

La química analítica es una ciencia fundamental en el estudio del cambio climático, ya que otorga soporte científico a la existencia real de este fenómeno global. «Si bien hoy la mayoría de los integrantes de comunidad científica coincidimos en que el calentamiento global es una realidad, se requiere de elementos objetivos que apoyen esta afirmación» señala el Dr. Carlos Peña, investigador del Instituto de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Chile.  

Esta área de la ciencia permite determinar componentes como gases de efecto invernadero y concentraciones de contaminantes como el óxido nitroso, metano, dióxido de carbono, compuestos halogenados y óxidos de azufre. Asimismo, se puede recurrir al estudio de otros componentes que evidencien los efectos del calentamiento global, como el aumento o disminución de ciertos metales y compuestos orgánicos.  

Las palabras analítica y análisis derivan del griego (ἀνάλυσις, analusis) que puede traducirse como desarmar y eso es precisamente lo que hace la química analítica, desarmar la materia para conocerla. En particular, es una rama de la química que se dedica al estudio cuantitativo y cualitativo de la materia, entendiendo como materia a todo lo que tiene masa y ocupa un espacio, como ejemplo el agua, el aire, el suelo, los alimentos, la sangre, los medicamentos, solo por nombrar algunos tipos de muestras que pueden ser analizadas.  

«Nos ayuda a conocer que hay en la materia y, una vez que hemos identificado que hay, saber cuánto hay de la sustancia que estamos buscando» complementa el investigador de la Universidad Autónoma, quien es parte del equipo que se adjudicó un proyecto ANID para trabajar desde el análisis químico en el estudio del cambio climático.  

Trabajarán junto a cuatro universidades españolas por ser éste, uno de los países en los que más y mejor se encuentra desarrollada esta disciplina. En España los científicos del área de la química analítica son los investigadores más productivos de su país, de acuerdo con un reporte de Analytical Chemistry de American Chemical Society, la revista más importante de Química Analítica a nivel mundial.  

El proyecto creará una red de colaboración internacional entre las universidades Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, da Coruña y de Barcelona y cuatro instituciones nacionales: tres de ellas regionales, red que será liderada por la Universidad Autónoma de Chile, con casa matriz en Temuco Región de la Araucanía, a la que se encuentran asociadas académicos de Universidad Católica de Temuco y Universidad Austral de Chile en Valdivia. Participa además como asociada la Pontificia Universidad Católica de Chile que mantiene una sede regional en la ciudad de Villarrica.  

De esta manera se capacitarán de manera remota a estudiantes y técnicos en metodologías analíticas de vanguardia, se realizarán charlas que describan estas técnicas a estudiantes de pre y postgrado de las universidades chilenas participantes, además se realizarán dos seminarios y amplia difusión para que estudiantes de pre y postgrado puedan complementar sus estudios experimentales mediante el envío de muestras a las distintas universidades españolas participantes.  

«Establecer la formación de convenios específicos que permitan el futuro intercambio de estudiantes de pre y postgrado, tendientes a la generación de dirección de estudios en cotutela con las universidades españolas» complementa el Dr. Carlos Peña.  

Y agrega: «en un mundo en creciente globalización y competitividad el establecimiento de redes nacionales e internacionales es fundamental para el intercambio de ideas y personas que puedan compartir distintos puntos de vista, las que se complementan en sus disciplinas y recursos materiales. Para nuestra Universidad Autónoma de Chile es un tema de vital transcendencia, que se encuentra plasmado en el Plan de Desarrollo Estratégico Institucional vigente, en el cual destacan dos palabras: Redes e Internacionalización».  

Todas estas acciones permitirán una mejor y mayor interacción de científicos del área química analítica entre los dos países participantes, con impacto en la determinación de parámetros químicos y estresores, vinculados al cambio climático oceánico.  

Específicamente la zona de estudio definida es la costa de las regiones Araucanía y los Ríos, en las que es posible encontrar tanto zonas prístinas como impactadas, como las bahías de Mehuín y Curín en los Ríos y las costas de Saavedra y Toltén en Araucanía.  

La región de la Araucanía, una de las con menor PIB en el país, ha sido fuertemente golpeada por los efectos del cambio climático. De esta forma se han visto afectadas diversas actividades como la agricultura, apicultura, biodiversidad y perdida de suelos entre otras, las que derivan de episodios de emisiones de gases contaminantes, escasez hídrica, aumento de la temperatura y erosión, solo por mencionar algunos episodios.  

«En efecto se estima que el aumento de las temperaturas máxima en Temuco avanza a una tasa de 0,5ºC por década, algo que lleva a olas de calor cada vez más frecuentes en el verano, situación que es compartida con la zona costera norte de la Región de los Ríos, principalmente la Provincia de Valdivia» relata el investigador de la Universidad Autónoma de Chile.  

Adicionalmente han disminuido las tasas de precipitaciones en promedio 21.3 mm/década para el caso de Temuco y 76 mm/década para el caso de Valdivia. «Es por esta razón que cobra importancia, el establecimiento de vínculos en Química Analítica y Ambiental, para la evaluación Químico Física del estado de las cercanas costas de las regiones Araucanía y los Ríos, las que también se han visto impactadas por actividades industriales, algo que otorga un efecto multiplicador, ya que no sólo contempla realizar análisis químicos en las zonas costeras oceánicas afectadas por el cambio climático, si no también evaluar el entorno natural de los ecosistemas» analiza el Dr. Carlos Peña.  

La región de la Araucanía está tendiendo a quedar en el futuro con un clima mediterráneo, producto de los efectos del cambio climático y que muchas actividades económicas que eran propias de la zona central, como la vitivinicultura, hoy se están desplazando hacia la zona sur, como es el caso de Traiguén.  

«Si bien esto es una buena noticia en términos económicos, no es menos cierto que debe estudiarse el impacto que esto tendrá a mediano y largo plazo y si esta actividad será sustentable, ya que dos de los grandes problemas de la región son el déficit hídrico (por ser una zona eminentemente agrícola) y como consecuencia la seguridad alimentaria (al no tener certeza de que los cultivos y rotaciones que hoy se realizan, puedan hacerse en el futuro)» finaliza el especialista.

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