Un equipo de investigadores liderados por el académico Dr. Ismael Riquelme de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco y el Dr. Enrique Bellolio de la Universidad de La Frontera, realizaron un estudio que plantea que la vigilancia bienal mediante endoscopia en pacientes sobre 50 años con sintomatología gástrica para pacientes que presentan puntuaciones >2 en la escala de estratificación OLGA, podría salvar vidas. En Chile, los tumores de estómago son la primera causa de muerte por cáncer, afectando más a hombres que a mujeres, particularmente en las regiones del Maule, Bio-Bio y La Araucanía, donde se concentran las mayores tasas de mortalidad por cáncer gástrico.

El Enlace Operativo para la Evaluación de la Gastritis (OLGA, por sus siglas en inglés) es una escala de estratificación de lesiones

gástricas diseñada por un grupo internacional de patólogos(as), que vincula la presencia, ubicación, extensión e histología (características microscópicas de células y tejidos) de lesiones gástricas premalignas, clasificándolas en distintas etapas progresivas o «estadios» que van de 0 a IV según su probabilidad de desarrollar cáncer. Utilizando esta herramienta, el equipo de investigación analizó 485 pacientes (306 mujeres y 179 hombres) entre 13 y 93 años de edad con diversos síntomas digestivos, provenientes de la ciudad de Temuco, a los cuales se les realizó una endoscopía digestiva con biopsia gástrica entre los años 2011 y 2013.

Las muestras de biopsia fueron examinadas bajo un microscopio para evaluar las características histopatológicas. En pacientes en estadios I y II se detectó simultáneamente atrofia gástrica y metaplasia, pero una baja frecuencia de cáncer, mientras que en estadios III y IV se encontraron más lesiones avanzadas, estableciéndose que, a medida que aumentaba la edad, también aumentaba la frecuencia de personas con puntuaciones OLGA más altas.

El equipo también evaluó la presencia de la Helicobacter pylori, la que está directamente relacionada con la gastritis crónica, considerada un paso previo para el desarrollo de cáncer gástrico. Esta bacteria infecta el estómago de aproximadamente la mitad de la población humana mundial, con una prevalencia especialmente alta en América Latina y en gran parte de Asia. En Chile, la prevalencia de esta bacteria varía entre el 65-79%, según las condiciones socioeconómicas, educativas y sanitarias de la población estudiada. Los investigadores encontraron que del total de 485 pacientes, un 30,3% estaban infectados por la Helicobacter pylori. Además, se observó una alta frecuencia de infección en pacientes jóvenes entre 13 y 44 años, la que fue significativamente mayor a la frecuencia encontrada en pacientes entre 45 y 56 años de edad. De los pacientes con cáncer gástrico sólo el 14.3% presentaban Helicobacter pylori en sus biopsias, siendo todos estos casos mayores de 56 años. Esto puede indicar que, a pesar que el Helicobacter pylori inicia el proceso carcinogénico, no siempre es necesario que acompañe dicho proceso hasta el desarrollo final del cáncer.

Análisis complementarios mostraron que un tercio de los pacientes infectados ya tenían atrofia gástrica. Resultado que se repitió al evaluar la asociación entre la infección por Helicobacter pylori y la metaplasia. La gastritis atrófica asociada con Helicobacter pylori tiene un alto riesgo de desarrollar carcinoma gástrico, pero con frecuencia es asintomática. Por esta razón, los autores recomiendan realizar una vigilancia endoscópica bienal (cada dos años) en aquellos pacientes, sintomáticos o no, que presenten una puntuación inicial de OLGA > 2, independientemente de su edad. Por otra parte, si el sistema de salud no da abasto se recomienda estudiar a pacientes sobre los 50 años y seguir realizando seguimiento bienal a quienes tengan un OLGA > 2. Implementar esta política de salud sería de gran ayuda para diagnosticar el cáncer gástrico en sus primeras etapas y reducir la mortalidad en las próximas dos décadas en Chile.

El estudio concluye que el sistema OLGA es una herramienta muy útil para predecir el comportamiento de las lesiones precursoras de cáncer gástrico, que es el cáncer que más letal entre los hombres en nuestro país. El diagnóstico precoz de estas lesiones muchas veces no es fácil ya que los pacientes con estas lesiones pueden estar asintomáticos o con síntomas muy inespecíficos.

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