Por ejemplo, el crecimiento en número de investigadores en Colombia fue del 53,5%, versus el 17,1% de Chile para el mismo período. Ecuador creció 152% en productividad científica, destacando en áreas como la inteligencia artificial, robótica y energías, todas fundamentales para el futuro y en las cuáles Chile no destaca. La inversión mundial en investigación creció un 19,2% en el período 2014-2018, mientras en Chile se mantuvo sin variación en torno al 0,35% del PIB, por debajo del promedio de América Latina (0,66%).

Celebramos que el país lidere en número de publicaciones por habitante en Latinoamérica, pero el desarrollo requiere más que contar papers. Según el informe a nuestra ciencia le falta mayor especialización y tiene bajo impacto general. Si a esto le sumamos la baja inversión crónica del estado y del sector privado, solo obtenemos como resultado pérdida de competitividad y un futuro incierto.