Sí, la ciencia es política y el negacionismo también

En alguna red social leí «cada película del fin del mundo, comienza con un líder político ignorando a un científico(a)» y aunque estas películas generalmente tienen graves errores y algunos de sus argumentos son científicamente imposibles, me pareció una buena analogía para ejemplificar los desastres que se producen cuando la evidencia científica es ignorada por quienes toman decisiones o peor aún, cuando es utilizada maliciosamente para influir en el discurso político. En este momento, estamos viendo las consecuencias, en todo el mundo, de ignorar la ciencia de la epidemiología, la virología, la ecología de las enfermedades y la salud pública. El movimiento antivacunas crece peligrosamente en todo el mundo, aumentando la vulnerabilidad de las personas a padecer enfermedades prevenibles por vacunación, como el sarampión.(1) Ahora, cuando más de 45.000 personas han fallecido por el nuevo coronavirus (2) el mundo entero clama por una vacuna.

Dra. Vania Figueroa. Coordinadora de Vinculación de Ciencias Aplicadas del Centro de Comunicación de las Ciencias

En plena pandemia de COVID-19, mientras la Organización Mundial de la Salud llamaba a los países a implementar regímenes de pruebas masivas para detectar el contagio del nuevo virus y a repetir el éxito de aquellos países, como Corea del Sur que, centrándose en el diagnóstico y seguimiento de casos, había logrado «aplanar la curva» de la propagación del virus, el gobierno de Boris Johnson desestimaba imponer pruebas masivas de coronavirus, argumentando que sus asesores científicos habían llegado al consenso de que la COVID-19 era solo un riesgo «moderado» para el Reino Unido. Como resultado de su estrategia inicial, el país comenzó a aumentar las pruebas para el nuevo coronavirus cuando era demasiado tarde para asegurar los suministros que necesitaba (3). Como una ironía del destino, hace pocos días, el primer ministro confirmó a través de su cuenta de twitter que había dado positivo en una prueba de coronavirus y debía realizar cuarentena.(4) Poco tiempo después, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, confirmaba que también estaba contagiado.(5)

Es tentador creer que la ciencia es apolítica, aséptica y prístina, pero la ciencia y la política están estrechamente relacionadas: la ciencia es la búsqueda de conocimiento, el conocimiento es poder y el poder es político. En este punto muchas personas de ciencias pondrán el grito en el cielo y levantarán la bandera del método científico, bandera que, por cierto, yo también levanto. El método científico es la herramienta validada para producir conocimiento y llegar a lo que se aproxima a la verdad. Con la generación de cada hipótesis surge un proceso riguroso que intenta refutarla, que incluye pruebas y varios niveles de control, como la revisión por pares y pruebas de replicabilidad que, junto con las normas éticas, aseguran la construcción de conocimiento colectivo y evidencia confiable. Lo que las personas hacen con esa evidencia es absolutamente político y esto incluye a las y los científicos.

Como integrantes de la comunidad científica, desde nuestra vereda, solemos mirar con preocupación y ciertas veces con desdén el negacionismo científico, cruzar esa línea resulta impensado. Sin embargo, la historia tiene buenos ejemplos para mostrarnos que no es tan improbable cruzar a esa vereda. Está bien documentado cómo los intereses de la industria han sido y son una amenaza para la integridad científica. No fueron pocas las personas de ciencias que abrazaron el «negacionismo» respecto a la relación del consumo de azúcar con las caries dentales o la obesidad, (6) incluso negaron la relación entre el consumo de tabaco y ciertos tipos de cáncer (7) o el efecto negativo del consumo del alcohol en la salud de las personas.(8) Este «negacionismo» tiene su origen siempre en dos factores inseparables: dinero y política.

La pandemia de COVID-19 avanza implacable por todo el mundo, millones de personas han contribuido para que esto ocurra, desestimando los hechos científicos y las medidas de prevención, incluidos muchos de los políticos más poderosos del mundo, que no escucharon las advertencias de la comunidad científica. En Sudamérica tenemos un ejemplo similar al de Reino Unido, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ha sido un duro detractor de las medidas de aislamiento social y comparó a la COVID-19 con un «resfriadito».(9) Mientras que en nuestro país no han sido pocas las críticas respecto a la lentitud con que se han implementado las medidas para contener la pandemia.(10)

La ciencia es la herramienta más valiosa que tenemos para enfrentar las noticias falsas y el negacionismo. Aunque la ciencia siempre está en constante progreso y nuevos datos pueden mejorar o incluso anular el consenso que prevalecía anteriormente respecto a un tema específico, sigue siendo la investigación y la aplicación del método científico lo que nos proporciona certezas. Determinar si la contaminación perjudica a las personas o si luego de la infección por Sars-CoV-2 las personas generan inmunidad permanente es una cuestión de investigación científica, pero decidir qué hacer en respuesta a esos datos, eso, es política.

1.- live JK, Hotez PJ, Damania A, Nolan MS (2018). «The state of the antivaccine movement in the United States: A focused examination of nonmedical exemptions in states and counties». PLoS Med 15(6): e1002578. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1002578

2.- https://experience.arcgis.com/experience/685d0ace521648f8a5beeeee1b9125cd

3.- https://www.businessinsider.com/coronavirus-uk-government-covid-19-moderate-risk-boris-johnson-testing-2020-4

4.- https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52064711

5.- https://www.businessinsider.com/coronavirus-uk-health-secretary-matt-hancock-tests-positive-covid-19-2020-3

6.- Citation: Kearns CE, Glantz SA, Schmidt LA (2015) «Sugar Industry Influence on the Scientific Agenda of the National Institute of Dental Research’s 1971 National Caries Program: A Historical Analysis of Internal Documents». PLoS Med 12(3): e1001798. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1001798

7.- Grüning, T., Gilmore, A. B., & McKee, M. (2006). «Tobacco industry influence on science and scientists in Germany». American journal of public health96(1), 20–32. https://doi.org/10.2105/AJPH.2004.061507

8.- McCambridge, J., & Mialon, M. (2018). «Alcohol industry involvement in science: A systematic review of the perspectives of the alcohol research community». Drug and alcohol review37(5), 565–579. https://doi.org/10.1111/dar.12826

9. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52032551 10.- http://www.colegiomedico.cl/colmed-asegura-que-informacion-oficial-sobre-covid-19-tiene-inconsistencias-son-incompletos-y-pide-cierre-urgente-de-region-metropolitana/

10. http://www.colegiomedico.cl/colmed-asegura-que-informacion-oficial-sobre-covid-19-tiene-inconsistencias-son-incompletos-y-pide-cierre-urgente-de-region-metropolitana/

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