Muertes sin registro

Publicado : 18 enero 2021

18 de enero de 2022, la pandemia del Covid-19 lleva dos años y se han reportado unos 5.5 millones de muertes en todo el mundo, pero ¿Es esa la realidad? ¿Cómo podemos saber con certeza cuánta gente realmente ha muerto debido a este Virus? Esa es justamente la pregunta que se han hecho muchos científicos, demógrafos, periodistas y personas en el mundo.

Dr. Juan Carlos Beamin Astrónomo y coordinador científico Centro de Comunicación de las Ciencias Universidad Autónoma de Chile

La respuesta es que nunca sabremos con certeza la cantidad exacta de muertos, pero las mejores estimaciones indican que podrían ser entre el doble y el cuádruple de lo que registran las cifras oficiales, es decir entre 12 y 22 millones de muertes debido al Covid-19 ¿Cómo lo sabemos? Te lo explicamos en pocas palabras.  

Primero es importante saber que la cantidad oficial de muertes que maneja la organización mundial de la salud (OMS) depende de la información que entregan los países de forma individual, pero como cuenta cada país la cantidad de fallecidos, puede ser diferente, por ejemplo, países como Holanda contaban en un principio solo a individuos que fallecían en un hospital y tras salir positivos en un test para detectar al SARS-CoV-2. Mientras que, en Bélgica, sus vecinos, incluían a los que morían tras mostrar síntomas incluso si no se les había diagnosticado.  

Entonces ¿Cómo se puede saber con mayor certeza el número total de muertes? Una primera aproximación es tomar el exceso de mortalidad, es decir se estudian como ha sido el patrón de muertes de cada país en los últimos 5 años, y vemos si se ve algún cambio desde el inicio de la pandemia. Parece muy razonable, pero este método depende de al menos dos suposiciones muy importantes, la primera es que los países llevan registros precisos de la mortalidad en el último tiempo, algo que incluso en países desarrollados y con sofisticados sistemas de reporte podría tener cifras incorrectas, y por otro lado están los cambios de población, es decir que diferencias históricas o demográficas ha habido entre una generación que nació 5 años antes o 5 años después. En el caso de Alemania por ejemplo si uno analiza los datos crudos de mortalidad se veía un aumento de 5% desde que comenzó la pandemia (es decir comparar al 2020 con el 2019), pero es importante notar que la población mayor de 80 años de hoy es distinta a la mayor de 80 años de hace 5 años, en este caso comparar las muertes de un año con la mortalidad promedio en años anteriores subestimaba constantemente la cantidad de muertes esperadas y, por lo tanto, exageraba el exceso de muertes. La razón fue un aumento en la mortalidad nacional anual, al que contribuyó un aumento en el número de personas de 80 años o más, dado por una generación demasiado joven para luchar y morir en la Segunda Guerra Mundial.

Este problema, de medir datos crudos de mortalidad aumentada, se da en todos los países donde la población se va haciendo más longeva, y por ende los científicos encargados de estimar precisamente los decesos causados por el SARS-CoV-2 han hecho cálculos más acuciosos considerando estimaciones de muertes en unos 116 países, considerando conflictos bélicos latentes, y otras posibles causas de muerte que podrían afectar los índices.

La curva azul representa la cantidad confirmada de muertos por el Covid-19 mientras que la línea segmentada es el estimativo, las bandas rojas muestran el intervalo de confianza, o “margen de error en la estimación” Imagen obtenida del sitio https://github.com/TheEconomist/covid-19-the-economist-global-excess-deaths-model

Entre los resultados sobresalientes es que entre estos 116 países considerados en la base de datos de mortalidad mundial (WDS por sus siglas en inglés) es que desde el inicio de la pandemia las cifras oficiales decían que había 4.1 millones de muertes por Covid-19, es decir un 10% de todas las muertes registradas en este período. Pero el cálculo de los expertos encontró que hay en realidad el exceso de mortalidad en los países analizados es de 6.5 millones, es decir casi un 60% más de lo registrado, o un total de 16% de todas las muertes. Incluso en países como México calcularon que incluso una de cada 3 muertes registradas se puede atribuir al SARS-CoV-2.  Recordemos que el exceso de muertes no solamente se da por el Covid-19, sino también por personas con otras enfermedades infecciosas, o con otras enfermedades de base como el cáncer que no pudieron ser atendidas o sus citas médicas o intervenciones canceladas debido a la saturación del sistema de salud.  

Un caso excepcional es el de Nueva Zelanda, que reportó una baja en la mortalidad, debido a que casi no hubo muertes debido al Sars-CoV-2 y la baja de muertes por influenza debido a las medidas de precaución adoptadas.  

De todas maneras, la WMD no tiene buenos estimativos de muertes para más de 100 países, incluidos, china, India y muchos países africanos, debido a que en no se tienen o no se publican estadísticas de forma rápida o adecuadamente, pero aun así estos países registran millones de personas fallecidas, y por ello algunos investigadores califican de imposible estimar de forma robusta cuantas vidas ha costado a la humanidad esta pandemia.  

El modelo y los algoritmos que desarrollaron los investigadores permite estimar el exceso de muertes en estos países, y en el caso de India, estima unos 5 millones de muertes, unas 10 veces mayor al número oficial de muertos que entregó dicho país. Aunque triste esta estimación parece posible de acuerdo con otros estudios. De todas formas, el programa entrega un gran intervalo de incertidumbre que va entre 1 y 7.5 millones de muertes en India. En el caso de China el modelo arroja unas 750 mil muertes, unas 150 veces mayor a las 4600 declaradas por el gobierno chino, nuevamente la incertidumbre del algoritmo es grande pues el intervalo de posibilidades va desde unas 200.000 a 1.9 millones.  

Otro de los hallazgos interesantes es que en las cifras oficiales los países ricos tienen más muertes per cápita que los países con menos recursos, pero este modelo que analiza los excesos de muertes con respecto a años anteriores encuentra lo contrario, que los países más pobres tienen un mayor aumento de muertes, solo que no estarían registradas de forma oficial.

Pero este método no es infalible, una de las principales críticas es que el modelo y algoritmos se entrenan con datos de países principalmente ricos y con muchos datos de la población y luego se aplican en regiones que no tienen por qué seguir esas mismas tendencias, incluso tachan de mala práctica o poco científico hacer estas extrapolaciones.  

Además, vale recordar que distintos modelos han estado en graves desacuerdos, y que cualquier modelo que se use solo puede ser tan bueno como los datos que se usaron para entrenar los algoritmos, mientras más falencias en los valores de entrada, menos precisos serán.  

Los demógrafos de diversas instituciones trabajan arduamente por mejorar la forma de contar y medir cómo evoluciona esta pandemia, y así como nunca sabremos exactamente cuantas personas fallecieron en la pandemia de la gripe española de 1918 quizás nunca sepamos exactamente cuántos fallecieron en la del Covid-19 porque una cosa es segura, los números oficiales están subestimados.  

Este artículo está basado en el artículo de David Adam publicado en la revista Nature  

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