Libro hace un llamado a abordar la situación de salud de los migrantes desde la interculturalidad

A través de los textos, se profundiza en las desigualdades y emociones que subyacen a la experiencia e interacción en los procesos de atención de salud, refieren las dificultades, oportunidades de mejora, se recogen antecedentes investigativos y experiencias desde la cotidianidad de las personas migrantes internacionales en Chile.  

Publicado : 24 Marzo de 2021 

«Uno de los principales retos hoy está en lograr garantizar el derecho a la salud de todas las personas, más allá de su nacionalidad, procedencia, condición migratoria y problemáticas de salud que los y las afecten» señala la Dra. Andrea Avaria, investigadora de la Universidad Autónoma de Chile y una de las editoras de Salud y migraciones: relevancia, consideraciones generales y desafíos para el Chile de hoy, libro disponible de forma gratuita y online que será presentado el 26 de marzo.

La Organización Mundial de la Salud ha puesto énfasis hace ya una década en la necesidad de legislar y asegurar una estructura normativa que desde los países favorezca el acceso de las personas migrantes internacionales a los sistemas de salud. Invitando a valorar e incorporar las diversidades y diferencias, por medio de propuestas de acción de carácter intercultural.

«Se hace necesario abordar la salud de migrantes internacionales desde un enfoque de curso de vida, e incorporar las perspectivas de determinantes sociales de la salud, interculturalidad, género y participación en la planificación y programación de salud de esta población» analiza la investigadora de la Universidad Autónoma de Chile.

Es así como este libro surge a partir del interés compartido de las editoras -a la ya mencionada Dra. Andrea Avaria se unen Báltica Cabieses y Alexandra Obach ambas de la Universidad del Desarrollo-, en generar una discusión y reflexión abierta, interdisciplinaria y desde perspectivas complementarias sobre la salud de las personas migrantes internacionales en Chile. Según datos entregados por el INE y el Departamento de Extranjería y Migración, la cifra de extranjeros residentes habituales en el país bordeaba 1,5 millones para diciembre del 2019, representando más del 6% de la población.

El libro comienza con una serie de capítulos que introducen la temática de migración internacional y salud desde una aproximación de la legislación en Latinoamérica; la mirada sobre el sistema de salud en tanto políticas de salud, acceso y uso del sistema; y el caso icónico de la figura de facilitadores/mediadores interculturales en el sistema de salud.

Luego se refiere a resultados de salud en población migrante en diversas etapas del ciclo vital, para posteriormente dar paso a capítulos que profundizan en temas específicos transversales como son temáticas territoriales, enfermedades infecciosas y de salud mental.

Emergen, en los relatos que recogen los capítulos, manifestaciones de desarraigo, condiciones de vida de exclusión, discriminación, soledad, y de las dificultades de inclusión en relación con trabajo y la educación.

«Se requiere mayor investigación en salud y migraciones, es indispensable que consideremos las condiciones estructurales que están a la base y que profundizan las desigualdades en salud, debemos interseccionar los elementos que subyacen a estas desigualdades, incrementar la investigación, mejora las condiciones de acceso y atención en salud de la población migrante» comenta la Dra. Andrea Avaria.

Experiencias

Destaca el capítulo de N’Kulama Saint Louis, asesor Intercultural de la Municipalidad de La Pintana, que recoge las observaciones y conversaciones con los equipos de salud y su interacción con los usuarios migrantes, desde su experiencia como facilitador intercultural.

El texto describe el encuentro entre los sujetos, un diálogo que da cuenta de las múltiples necesidades y en particular las de salud de la población migrante y de las tensiones con los equipos, en estas interacciones.

«Los relatos de las personas migrantes, permiten graficar la desconfianza en el sistema de salud y la falta de empatía y comprensión de las necesidades de los usuarios por parte de los equipos de salud» señala Andrea Avaria, y plantea que para mejorar el sistema se requiere incorporar tanto las necesidades de las personas en salud, como las perspectivas que las partes tienen, de modo de apuntar hacia la atención intercultural en salud» complementa.

Las resistencias de la población usuaria a un modelo de salud que niega al otro se manifiestan a través de la falta de continuidad en la atención. Se produce una brecha debido a las diferencias tanto de la percepción de salud, como en los modelos explicativos de la enfermedad.

En el caso de los partos, «los relatos de las mujeres dan cuenta de la exclusión social producto del origen nacional (xenofobia) y de las condiciones sociales (pobreza) de las mujeres, y de prácticas sociales e institucionales de dominación y control sobre las mujeres» analiza la investigadora.

Las mujeres migrantes en su mayoría valoran la atención de salud, los recursos y beneficios asociados a la gratuidad, acceso y al bienestar relativo de los recién nacidos. Pero, paradojalmente según Andrea «en los relatos se recoge un trato discriminatorio y de exclusión que se soslaya especialmente cuando se tiene al recién nacido entre los brazos. Las mujeres dan cuenta de las exclusiones de género que se producen durante el parto: la dominación de los cuerpos, el control y el descrédito de la experiencia de las mujeres y de sus entornos familiares».

Publicado por RIL editores, la Ediciones Universidad Autónoma de Chile y la Universidad del Desarrollo, invita a abordar la salud desde una perspectiva de derechos humanos. La salud es un derecho y como tal debe estar garantizado por los estados, asegurando no solo la disponibilidad y acceso de las personas a la atención de salud, sino también debe incorporar dentro del sistema variables sociales y culturales vinculadas a los saberes y prácticas en salud de las personas migrantes internacionales.

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