Ley de salud mental

Publicado: 03 junio 2021

Tuvieron que pasar cinco años para la total tramitación y promulgación de la ley que reconoce y protege los derechos a la atención en salud mental, evidenciando la lentitud con que se implementan acciones orientadas a mejorar, desde las políticas públicas, las condiciones sociosanitarias relacionadas con el buen vivir de la población. ¿De qué manera su implementación favorecerá la calidad y cobertura de las prestaciones en salud mental?

Dr. Eduardo Sandoval Obando Investigador asociado al Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma de Chile

La ley explicita que el Estado promoverá la atención interdisciplinaria, con personal debidamente capacitado y acreditado por la autoridad competente. Lo anterior, es algo que existe hace bastante tiempo desde la aplicación del modelo de salud familiar en la atención primaria en salud. Pero lamentablemente estos profesionales están sometidos a criterios de rendimiento que merman la calidad de sus prestaciones, además de enfrentar una alta demanda de atención -un incremento de casi 4 veces en la APS-, un aumento del burnout y un deterioro en su calidad de vida como consecuencia de la sobrecarga laboral experimentada durante la pandemia, debido al aumento progresivo en los niveles de depresión, ansiedad y estrés en Chile. 

Si bien esta ley es un avance, nada asegura que su implementación incida significativamente en una mejora de la atención, puesto que no se aseguran condiciones mínimas para un abordaje integral de la salud mental en función de las necesidades, desafíos y determinantes sociales en salud existentes a lo largo y ancho de nuestro país.

Carta publicada en El Mercurio de Valparaíso y La Tribuna

Menú
X