IDERE 2019: fotografía al desarrollo regional
El investigador del Instituto Chileno de Estudios Municipales (ICHEM) y vicerrector de vinculación con el medio de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Camilo Vial, presentó a los medios de comunicación los resultados del tercer Índice de Desarrollo Regional (IDERE 2019) oportunidad en la que conversó con el Centro de Comunicación de las Ciencias sobre las implicancias de este estudio, los principales resultados e hizo un análisis sobre cómo, desde la academia, puede aportarse al desarrollo de políticas públicas con conocimiento científico.
¿Por qué ICHEM realiza este estudio? ¿Qué espera conseguir?
Tenemos dos grandes objetivos principales: visibilizar las profundas disparidades de desarrollo territorial que hay en Chile y poder comparar cuantitativamente las regiones desde una perspectiva de desarrollo multidimensional.
Entendemos que nuestro estudio es solo una fotografía que debe ser complementada, pero la posibilidad de comparar las regiones entre sí y su evolución permite focalizar de mejor manera las políticas públicas.
Estamos acostumbrados a estudiar las disparidades desde un punto de vista económico. Es relevante e importante que así sea. No obstante, con esta práctica hemos tendido a invisibilizar las altas disparidades de desarrollo territorial que hay en Chile. Tenemos que poner en la agenda pública el tema; si una persona nace y se cría en determinada región, de manera estructural, va a tener menores opciones de vida en condiciones dignas que una que nace en otra región. No solo por la situación socioeconómica de su familia, sino que también por el territorio.
El índice, al ser multidimensional, permite entender qué región necesita, de forma integral, más apoyo para su desarrollo. También permite entender las necesidades propias de cada región, según las diferencias entre variables particulares como salud, conectividad, educación, sustentabilidad y medioambiente, etc.
¿Cuáles son los principales resultados?
Con respecto a los resultados generales podemos observar cierta tendencia de todas las regiones del país a mejorar sus niveles relativos de desarrollo. Las quince regiones de Chile que esta versión mide —Ñuble en términos estadísticos para esta medición quedó fuera— han mejorado.
Queremos destacar que la distancia entre la región con mejor nivel de desarrollo y el de menor, se ha ido reduciendo, es decir hay menos brecha. Asimismo, la Región de La Araucanía, que sistemáticamente ha estado en el nivel más bajo de desarrollo, si la comparamos con las otras regiones, es la segunda que más ha evolucionado en los últimos diez años. Prevemos que, si esto se mantiene hacia el futuro, es probable que emerja desde esa última posición y suba a niveles intermedios.
Las cuatro regiones con los mayores niveles de desarrollo, léase: Magallanes, Región Metropolitana, Antofagasta y Valparaíso, siempre están arriba y con cierta distancia a las demás. Pese a que la brecha se ha ido reduciendo, es claro que este bloque de cuatro está por sobre las otras. Hay que pensar en políticas públicas que ayuden a emparejar la cancha en términos regionales.
¿Qué novedades tiene el IDERE 2019?
Para el IDERE 2019 se calculó una dimensión especial: brechas de género, para aquellas variables que mide el índice donde tenemos diferenciación entre hombres y mujeres. Es un estudio complementario que nos parece clave en el contexto actual.
En educación, por ejemplo, las mujeres tienen mayores tasas de matrícula prácticamente en todos los niveles y en todas las regiones del país. Lo mismo ocurre con los niveles de rendimiento, pero, además tienen tasas de deserción más bajas con respecto a los hombres. Lo preocupante viene después, cuando se inician en la vida laboral: vemos que los indicadores del IDERE demuestran que las tasas de desempleo son más profundas que las de los hombres y las rentas son más bajas.
Quizás no estamos diciendo nada nuevo, sin embargo, lo interesante está en entender que, de manera sistemática, las mujeres estudian más y mejor que los hombres, pero en la vida laboral tienen menos trabajo y peores sueldos. Es una realidad que como país debemos enfrentar.