Buscando un fungicida amigable con el medio ambiente

La Botrytis o Podredumbre Gris es una enfermedad fúngica causada por Botrytis cinerea, que puede atacar hojas, tallos, brotes nuevos, flores y frutos, ocasionando importantes daños a los cultivos con pérdidas económicas a productores.

Botrytis cinerea es considerado un hongo necrotrófico, es decir, que se alimenta y parasita el huésped produciendo toxinas y otros componentes que destruyen las células del huésped para de que de esta manera pueda alimentarse de los restos de las células muerta.  

Actualmente, nuestros sistemas de producción en invernadero promueven condiciones de alta humedad que facilitan la proliferación de patógenos que pueden limitar la producción y afectar la calidad del producto.  

«Por eso estoy trabajando en el desarrollo de nuevas formulaciones con actividad antifúngica de derivados sintéticos de nitro-eugenol para combatir la Botrytis cinerea, mediante la encapsulación de estas moléculas sintéticas en complejos interpolielectrolitos formados por quitosano» señala sobre su línea de investigación la Dra. Nancy Alvarado.   

El atractivo de los complejos interpolielectrolitos es que son solubles en agua, lo que permitiría usar estas formulaciones como un fungicida acuoso, amigable con el medioambiente y libre de disolventes orgánicos.  

«La mayoría de los fungicidas permanecen en el suelo por mucho tiempo, con el daño medioambiental que eso significa. Es importante buscar, desde la investigación científica, soluciones a problemas de nuestra sociedad» complementa la investigadora.  

Además, está el desarrollo de resistencia de Botrytis cinerea a los fungicidas convirtiéndose en un importante factor que limita su eficacia y vida útil, ocasionando en consecuencia un aumento de los costos e importantes pérdidas en la calidad y producción.  

Esta investigación es uno de los proyectos FONDECYT de iniciación recientemente adjudicados, cuyo objetivo es fomentar el desarrollo de la investigación científica y tecnológica de excelencia a través de la promoción de jóvenes investigadores e investigadoras.  

«Creo en el conocimiento que se transfiere, que se comunica a la ciudadanía y no en aquel que queda confinado en manos del mundo científico. Es necesario comunicar el saber a la población de forma clara, ya que con aquello estamos generando una ciudadanía más informada y culta» complementa sobre su actual participación en el Grupo CERE a través de videos y libros de divulgación científica.