Escuchar el reloj biológico para dormir mejor

Pese a las señales que nuestro cuerpo nos pueda dar, el agitado ritmo de vida está impidiendo tener una adecuada calidad de sueño. En el marco del Congreso Futuro 2019 el cronobiólogo y divulgador argentino Diego Golombek afirma que la evidencia científica dice que «debemos dormir más».

 

Pese a las investigaciones en cronobiología, aún existen cuestionamientos y críticas escépticas en torno al tema. A tu juicio, ¿Cuál es la importancia de nuestro ciclo del sueño?

Yo les diría que se relajen un poco y se rindan frente a la evidencia, sobre todo a la autoevidencia. Es cierto que la tentación de decir: “tengo que estar más horas despierto porque rindo más. Y no pasa nada. Si duermo poco, después duermo una siesta o duermo el fin de semana”, es muy grande y es una ilusión y es algo con lo cual nos engañamos. Si escuchamos a nuestro propio reloj, a nuestro propio cerebro, a nuestro estilo de vida, y lo hacemos honestamente, la evidencia es muy fuerte de que necesitamos dormir. Los días que estamos bien dormidos, rendimos mejor, estamos de mejor humor y, aunque no nos demos cuenta, nos enfermamos menos.

Cada temporada en Chile se discute el cambio de «horario de invierno» a «horario de verano». Mencionaste que «la luz» tiene mucho que ver en estas situaciones: ¿Cuáles son los efectos de la luz en nosotros?
La luz es la nafta [N. de R. bencina] del reloj biológico, es la que le dice qué hora es, por lo tanto, si estamos mal situados en cuanto al huso horario y geográfico, o si cambiamos sin una lógica el horario de verano e invierno, el reloj se confunde y esto tiene consecuencias inmediatas. Por ejemplo, en la semana posterior al cambio de horario de verano o invierno, hay más accidentes viales, la gente tiene más problemas cardiacos, simplemente por cambiar una hora y no somos conscientes de esto. ¿cuál es la solución a esto? Evidencia.

[Escucha el audio] «Que las leyes, que las decisiones sociales se tomen con evidencia científica, que los científicos colaboremos con estas decisiones y nos las dejemos en manos de tomadores de decisión que tal vez se basan en encuestas o en que siempre se hizo así o en una intuición. Son decisiones fundamentales de política pública que tienen que tomarse de la mano con los científicos»

-El 17 de diciembre se nombró al primer ministro de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación, el Dr. Andrés Couve. Los medios especularon sobre este hecho diciendo que a este ministro se le entregaba «una casa muy grande» pero con poco presupuesto para administrarla. 
No tenemos que dejar ninguna arista sin atacar. Lo simbólico no es poco y te lo digo con conocimiento de causa, porque Argentina tuvo un Ministerio de Ciencia y lo perdió. Fue degradado a secretaría muy recientemente y eso te habla un poco de la cultura, del símbolo y del lugar que ocupa la ciencia en un Estado. Me parece muy bien que las cosas vayan de la mano y es una crítica muy bien fundada esta de decir: “¿Tenemos un Ministerio para qué?” En un principio, para tenerlo, para decir: “Chile tiene un Ministerio de Ciencia porque la ciencia y la tecnología son importantes para el Estado”. Eso es un mensaje muy fuerte.

[Escucha el audio] «El tener un ministerio te dice: “la ciencia está al mismo nivel que la Educación, que la Salud, que la Economía”. Por supuesto, hay que dotarlo de herramientas, pero las dos cosas tienes que ir a la par»

Entrevista del científico Diego Golombek al Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma de Chile. En la imagen, la coordinadora editorial del centro Isidora Sesnic. Fotografía: Nadia Politis.

Diego, tu eres un reconocido divulgador científico, no obstante, en algunas de tus charlas decías que comunicar ciencia es difícil por varios factores, entre ellos, porque cambia mucho, porque es compleja en sí misma y porque da respuesta a preguntas que no nos hacemos en la vida cotidiana. Sobre esto ¿cómo podríamos despertar, entonces, la curiosidad en las personas?
Creo que el problema no es cómo despertar la curiosidad sino cómo apagar la curiosidad con la cual estoy convencido de que todos venimos de fábrica. Los niños son curiosos, Picasso solía decir que “todos los son niños artistas o nacen artistas” y también nacen científicos, nacen con preguntas, con ganas de hacer cosas, con ganas de quemar hormigas con la lupa en el pasto, y de alguna manera lo arruinamos. Hay algo que pasa en la educación formal que nos quita las ganas de hacer preguntas. Entonces me parece que ese es el desafío, mantener viva la llama de esa curiosidad y hay múltiples métodos para hacerlo. Por ejemplo, seguro, mostrando más científicos que son apasionados por lo que hacen, con la educación formal, por supuesto, pero sobre todo con la enseñanza no formal y las actividades no formales de divulgación, de museos, de películas, de teatro científico.

[Escucha el audio] «Nuestros países a veces tienen una efervescencia, un fervor por hacer comunicación de la ciencia que es muy fluctuante. De pronto creamos un museo para que vayan los niños y no, es para que vayan todos. O creamos una revista, un programa de tele…no, hay que sostenerlo en el tiempo y los resultados realmente van a aparecer»

Revista la presentación de Diego Golombek en el Congreso del Futuro aquí

[Escucha el audio] «Por lo tanto, que se nos cuenten las cosas, con una estructura literaria, una estructura de cuento, siempre y cuando se mantenga el rigor científico, es un excelente método para contar la ciencia. Si tenemos que tergiversar la ciencia, lo estamos haciendo mal. Si el rigor está presente, bienvenido los cuentos, bienvenidas las historias»

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