El impacto de la pandemia en los docentes en formación

Investigación recientemente publicada en European Journal of Teacher Education analiza los desafíos y oportunidades que el cambio a la educación online ha significado en el proceso de formación de los profesores en Chile.

Las docentes de la carrera de pedagogía en inglés de la Universidad Autónoma de Chile sede Talca, Paulina Sepúlveda y Astrid Morrison, realizaron un estudio enfocado en los cambios que han enfrentado los docentes en formación, quienes debieron abandonar el tradicional formato de aulas y enseñanza presencial y realizar la práctica profesional, último hito en su formación universitaria, bajo una modalidad online debido al cierre de los colegios.  

De acuerdo con las docentes, es importante conocer como los futuros profesores están llevando este desafío en su proceso de formación, como son las distintas realidades que están viviendo, y el apoyo que están recibiendo. «Nosotros realizamos nuestras prácticas docentes en torno a un aula ‘tradicional’, por lo que no todos saben cómo hacer clases a través de una pantalla. Este escenario virtual es algo nuevo, y en el caso de los docentes en práctica, algo para lo cual no habían sido preparados. Creemos que es importante analizar esta experiencia desde su punto de vista con el fin de aprender e implementar mejoras en los programas de pedagogía» señala Astrid Morrison.  

Según los resultados de la investigación, los docentes en formación se vieron enfrentados a dos dificultades principales: falta de contacto directo con los estudiantes del establecimiento donde se encontraban realizando su práctica profesional y los problemas que conlleva trabajar desde casa.   «Los estudiantes en práctica no podían establecer si las actividades que preparaban o las metodologías que estaban utilizando eran adecuadas para el aprendizaje de todos los estudiantes. Esta falta de contacto también los afecto emocionalmente» analiza Paulina Sepúlveda y agrega que «no conocer a sus estudiantes y no saber cómo son ni como aprenden afectó principalmente su motivación».  

La situación actual también impactó en el desarrollo de habilidades y competencias docentes que sólo se despliegan en la práctica, etapa final de los estudios de pedagogía, como las estrategias de manejo de clase y las actividades relacionadas al rol como profesor jefe. «Además no todos tenían las herramientas tecnológicas o conexión a internet para hacer clases virtuales (sincrónicas y asincrónicas). El trabajar desde la casa les significó, como lo hemos experimentado todos, tener que compartir espacios con las demás personas que viven en el hogar. En el caso de nuestros participantes, muchos de ellos tenían que cuidar a sus hijos u otros miembros de su familia o compartir computador con ellos» comenta Paulina Sepúlveda.  

Sin embargo, a pesar de las dificultades que los docentes en formación expresaron, más de la mitad de los participantes de este estudio destacó positivamente la oportunidad de aprendizaje que esta situación ha ofrecido. «En base a los resultados pudimos rescatar que los futuros docentes han podido experimentar con plataformas que antes eran desconocidas para ellos, además de buscar nuevas formas para poder atraer y llegar a sus estudiantes, en muchos casos sin siquiera conocerlos ni verlos» analiza la investigadora.        

Como parte del estudio, las docentes también presentan sugerencias en base a los resultados obtenidos. Las mejoras señaladas por las investigadoras tienen que ver con el fortalecimiento del currículo de las carreras de pedagogías para implementar cambios dirigidos a cómo reaccionar en situaciones de emergencia y adaptabilidad a la educación virtual.  

Es importante que exista apoyo y guía constante por parte de las instituciones de educación superior que decidan continuar con estas prácticas profesionales en entornos virtuales, señalando «sugerimos que se establezcan relaciones más estables centradas en la colaboración entre los establecimientos educacionales y los programas de pedagogía para generar estrategias de aprendizaje y apoyo mutuo, con el fin de fortalecer la educación de los docentes en ejercicio, de los docentes en formación y de los estudiantes escolares» finalizan las investigadoras.

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