La invisibilidad de las personas con discapacidad auditiva

La comunicación -el intercambio de información mediante los procesos de transmisión y recepción- es una necesidad básica y un acto de relación social en la que dos o más participantes intercambian un mensaje mediante un lenguaje. Una forma de expresión, representación y comunicación del ser humano que se apoya en un sistema de signos determinado culturalmente por los hablantes. En efecto, la comunicación humana nos permite conocer el mundo que nos rodea, organizar y expresar nuestros pensamientos, a la vez que comprender las ideas y pensamiento de los demás.
 
Existen limitaciones o dificultades en el proceso comunicativo, interferencias en la fluidez para la transmisión del mensaje, las que, en el caso de ser de los hablantes, pueden tener un origen adquirido o ser propias del desarrollo. Los Sistemas Alternativos de Comunicación (SAC) permiten la expresión mediante signos y símbolos diferentes al canal auditivo-oral cuando se tiene algún tipo de alteración que afecta la comunicación y/o el lenguaje. Existen así, otras modalidades de intercambio de información, que utilizan elementos corporales y/o manuales como la palabra complementada, lectura labiofacial o lengua de signos, apoyados a través del canal visual-gestual.
 
Según el II Estudio Nacional de la Discapacidad realizada el año 2015, 2.836.818 de personas tienen algún grado de discapacidad; 8,1% de la población adulta y 2,2% de la población infantil presenta hipoacusia y/o dificultad para oír. Cuando se realiza un adecuado seguimiento y tratamiento a una persona en situación de discapacidad auditiva se esperan avances y un desarrollo lingüístico funcional ayudando en su rehabilitación; sin embargo, hay otras ocasiones en las cuales incluso con el uso de audífonos se tienen muy pocos resultados en relación a la capacidad auditiva y es cuando deben optar a otros sistemas alternativos aumentativos de comunicación que promueven el desarrollo de lenguaje oral como la lectura labiofacial o la palabra complementada.
 
En el contexto actual de contingencia de salud mundial se han tenido que adoptar diversas medidas sanitarias para prevenir la propagación del coronavirus; en consecuencia, la autoridad de salud de Chile y de otros países del mundo, como plan de acción, han decretado normas obligatorias como el uso de mascarillas en lugares públicos. Este implemento supone una barrera de comunicación en las personas que presentan un déficit auditivo, otorgándoles una nueva dificultad a la que ya se ven expuestos día a día (ángulo de visión, iluminación y distancia del interlocutor), pues impacta en los aspectos receptivos-comprensivos. En este sentido, adultos y niños de la comunidad sorda se han visto perjudicados para poder utilizar métodos que promueven la oralidad durante el intercambio de mensajes afectando no sólo el acto comunicativo; sino que también, la interacción social, ya que impide centrar la atención en la boca del hablante para diferenciar los detalles informativos.
 
La Asociación Regional de Sordos de Temuco ofrece una guía de atención Covid-19 (https://www.youtube.com/watch?v=pmxMR0xd_dw) para personas sordas; sin embargo, esta guía está relacionada únicamente con la forma de comunicación mediante lengua de señas, al igual que la aplicación “visor-web” de SENADIS, sin considerar lectura de labios. Además, algunos centros asistenciales no cuentan con un intérprete de lengua de señas, dificultando la interacción con este sistema de comunicación. Por otro lado, es habitual que la mayoría de las personas sordas, que recurren a un servicio de salud utilicen la lectura labiofacial como el método más usual para comprender a funcionarios y personal de salud, lo cual se ve obstaculizado en este momento de pandemia por el uso de mascarillas. Ambos factores descritos pueden causar inquietud en la población sorda, ya que tendrá la incertidumbre de no saber si habrá alguien capacitado en lengua de señas, o si la misma persona sorda que no aprendió a comunicarse de esa forma evidenciará inseguridad al no poder realizar lectura labiofacial como forma complementaria de la interacción y comunicativa en el caso de requerir asistencia en salud.
 
El ámbito educativo no queda exento de dificultades, pues para los estudiantes que poseen algún apoyo auditivo (audífonos o implantes cocleares) no sólo han tenido que sortear las exigencias de la modalidad de aprendizaje remoto, sino que además han debido adaptarse a esta nueva barrera, que es el uso de mascarillas. Actualmente el MINEDUC implementó “Orientaciones COVID-19” a través de una guía de medidas generales para los estudiantes de todo el país. Por esta situación diversos profesionales, tales como educadores diferenciales y fonoaudiólogos, han tomado un rol preponderante para la generación de un plan de apoyo específico con la finalidad de lograr que los niños y jóvenes con trastornos auditivos puedan acceder al currículum educativo. Entre las medidas desarrolladas se destacan la adaptación del material de estudio y evaluativo, asesoría al estudiante y la familia por medio de videollamadas e implementación de mascarillas adaptadas (transparentes) en algunos establecimientos para facilitar y favorecer el intercambio comunicativo.
 
Por eso ayudemos a educar y ser conscientes de las dificultades que enfrenta este grupo de personas, en especial durante este tiempo. Intente practicar la empatía, aumente el volumen de su voz, use un discurso breve, apóyese de sus manos y cuerpo para comunicar, o bien utilice lápiz y papel para expresar su idea. Muchas personas sordas se lo agradecerán.
 
Flgo. Mg. Juan Bastías, director
Flgo. Mg. Enzo Alarcón, académico área infantil y adolescentes
Flga. Mg (c). Ingrid Spuler, docente clínico
Flga. Mg. Angélica Ruz, docente clínico
Flgo. Mg (c). Pablo Salazar, docente clínico
Carrera de Fonoaudiología, Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco
 
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