Serie Concurso Anillos de Investigación en Áreas Temáticas Específicas


La «crisis del agua» es más que sequía y cambio climático, es por sobre todo una “crisis social”

Publicado : 28 diciembre 2022

Proyecto Anillo adjudicado por equipo liderado por la investigadora y directora del Doctorado en Ciencias Sociales, Paola Bolados García busca proponer modelos colaborativos de gobernanza del agua para enfrentar la crisis hídrica en tres territorios hidrosociales impactados por la megasequía en la zona centro-sur de Chile.

El problema del acceso al agua es una de las crisis más agudas de Chile en la actualidad. Si bien las organizaciones sociales y las comunidades afectadas vienen llamando la atención sobre este tema desde hace al menos dos décadas, recién en los últimos años se ha hecho evidente la gravedad y urgencia del mismo.  

El proyecto recientemente adjudicado de la versión 2022 del Concurso Anillos de Investigación en Áreas Temáticas Específicas de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación se centrará en las cuencas hidro sociales del Aconcagua, en la Región de Valparaíso; Maule, en la Región del Maule, y Toltén, en la Araucanía. Su equipo conformado, además de por su directora, por otros dos académicos de la Universidad Autónoma de Chile: Dra. Verónica Gómez y Dr. Calos Esse.  

¿Qué tipos de conflictos existen hoy vinculados a los usos del agua y qué tipo de aprendizajes y experiencias en torno al agua podemos aprender? El proyecto plantea que la crisis puede explicarse, en parte, por el modelo de gobernanza del agua actualmente dominante en Chile.  

Como explica la Dra. Paola Bolados, «los usos y valoraciones económico-productivos que se imponen actualmente en sistema de gobernanza hídrica en Chile, excluyen otros usos y valoraciones, inhibiendo el desarrollo de un modelo de gobernanza colaborativa centrada en heterogéneas experiencias de usos y gestión comunitaria del agua en el país. Mientras los movimientos socioambientales locales tienden a atribuir la sequía a la sobreexplotación del agua por parte el sector económico-productivo y el estado, estos últimos actores tienden a explicarla como un problema de gestión y falta de inversión en infraestructura».  

Para orientarse a una gobernanza colaborativa del agua se precisa entonces reconocer que se trata de una crisis social de múltiples dimensiones: sociocultural, política, económica, de género, regulatoria y a su vez, que involucra heterogéneas escalas: local, provincial, regional y nacional.  

«La crisis del agua como hecho social entonces, cuestiona la idea de que este sea una crisis natural ligado a la sequía, sino por sobre todo una crisis ecológica y política sobre las formas y racionalidad bajo la cual nos relacionamos con los ecosistemas y, en particular con el agua. Es urgente mirar las experiencias y aprendizajes de los territorios que están viviendo esta crisis, asumiendo que parte central de los modelos de gobernanza deben ajustase a las identidades culturales y sus formas de uso del agua. Esto es central para un desarrollo sostenible del país» complementa la directora del Doctorado en Ciencias Sociales.  

Y agrega: «la gravedad de la crisis del agua que afecta el consumo humano, las actividades económicas, la biodiversidad y sus usos y valoraciones ancestrales y rurales, exige al Estado y a las instituciones públicas y privadas construir modelos de gobernanza colaborativa que consideren los usos y valoraciones que han sido marginados de la legislación y modelo de gestión existente».  

Para avanzar en esa dirección se requiere, según el equipo de trabajo, el desarrollo de modelos situados en los territorios, que entiendan las cuencas hidrográficas no solo como espacios geográficos sino también como dominios socioculturales, económicos y normativos.  

Por eso es necesario un punto de vista interdisciplinario de las ciencias sociales, con especial énfasis en la literatura que ha utilizado la ecología política para estudiar la gobernanza colaborativa del agua.  

Mientas que metodológicamente, se basarán en un enfoque de métodos mixtos que incluye análisis legal y geográfico, además de la recopilación y análisis de datos cualitativos, etnográficos y cuantitativos. Datos que estarán disponibles en un repositorio de información para intercambiar información y experiencias con las comunidades y diversos actores del sector privado y el estado.  

«Los resultados de este proyecto, esperamos, ayuden a abrir caminos para salir del estancamiento actual al que ha dado lugar la crisis del agua, creando condiciones para la incorporación y reconocimiento de otros usos y comprensiones culturales del agua» finaliza la Dra. Paola Bolados.

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