Coinfecciones virales: Nuevo paradigma en cómo entendemos las infecciones de los virus respiratorios

Siempre se pensó que cuando un virus entra a una célula ningún otro virus podía ingresar, pero esa visión está cambiando hoy y las investigaciones apuntan a que es posible coinfectarse con más de un virus, y se comienzan a entender algunas de sus implicaciones.

A pesar de que el Covid 19 acapara todas las portadas del mundo, en el hemisferio sur comienza el otoño, y con ello llegan otras enfermedades virales de índole respiratoria, como la influenza.

Conversamos con Nicolás Cifuentes, virólogo, investigador de la Universidad Autónoma de Chile. El partió su carrera estudiando rotavirus, el virus hanta y la influenza equina, para luego llegar a investigar sobre virus respiratorios humanos, particularmente los paramixovirus, familia a la que pertenece el sarampión y las paperas.

En la actualidad, su principal proyecto está muy relacionado a la biología celular y la biología molecular. Al respecto nos dice: “Lo que hacemos en el laboratorio es ver cómo el virus se ensambla en la célula. El virus entra en la célula y la usa como una fotocopiadora. Queremos entender cómo el metapneumovirus humano hace eso dentro de la célula”. 

¿Cómo entra un virus a una célula?

“Muchos virus tienen una capa de grasa que los recubre y también tienen proteínas, que son como antenitas y que son las llaves de entrada a la célula. En el caso de los virus respiratorios, entran por vías respiratorias y cuando van bajando, en algún momento entran en contacto con alguna célula del sistema respiratorio, por ejemplo una célula del pulmón, entonces la llave que trae el virus encuentra una cerradura, que es un receptor que la célula tiene por fuera y cuando se produce esta interacción  el virus entra en la célula y se deshace de la grasa que tiene y lo importante que entre es el material genético del virus.”

¿En qué se diferencian los virus?

“Hay gran variedad de virus, estos pueden ser de ácido ribonucleico (ARN) o ácido desoxirribonucleico (ADN), los virus de ARN son los que ocasionan las grandes epidemias humanas como el dengue, el ébola, o el SARS-CoV-2. La principal ventaja de los virus de ARN es que mutan mucho y mucho más que los de ADN. Eso es bueno para el virus.  Al ingresar a la célula, la usa como fotocopiadora, pero en realidad ninguna copia es exactamente igual a la otra. Por ejemplo, pueden tener una letra distinta ―ahí se genera la diversidad del virus―y esa diversidad implica que algunos tienen una mayor capacidad de infectar.”

¿Cómo un virus pasa de una célula a otra?

Tradicionalmente se enseña que un virus entra a una célula, se multiplica y luego sale de la célula. Algunos virus hacen, literalmente, explotar a la célula y todo lo que había dentro de ella sale expulsado; otros virus, como el que yo estudio, son un poco más “inteligentes” y no hacen explotar a la célula, sino que salen uno por uno de la célula y en este proceso se roban un poco de grasa de esa membrana que el virus utiliza para entrar a otra célula.

Pero lo que hemos descubierto es que este virus respiratorio (el metapneumovirus) se comporta un poco diferente a este ciclo; el virus induce a la célula para que genere una extensión intercelular y así este la puede usar como un verdadero puente y pasar de una célula a otra sin tener la necesidad de salir, el mismo proceso se ha visto en el virus sincicial respiratorio, el VIH y es posible que otros virus de ADN también puedan hacerlo). Esto es algo nuevo, los virus han evolucionado de diferente forma y usan distintos mecanismos para pasar desapercibidos.

célula infectada con metapneumovirus humano. En azul el núcleo de la célula. La zona blanca es un cuerpo de inclusión, el lugar donde el virus replica su material genético.

¿Por qué uno tiene que vacunarse cada año contra la influenza, en cambio con el sarampión es una vez en la vida?

La vacuna de la influenza es necesaria todos los años por que el virus muta mucho de un año a otro. El que circuló el año pasado es diferente al que saldrá este año, por eso es necesario vacunarse cada año. Otro factor es que la inmunidad que genera dicha vacuna no es permanente en el tiempo, o sea, si me vacuno en abril de este año quedo protegido para el invierno, pero en verano nada de esa protección está en el cuerpo. En el caso del sarampión, nos vacunamos cuando niños y después nos olvidamos porque esa vacuna es muy efectiva y la inmunidad que nos deja es muy a largo plazo.

¿Contra el virus sincicial respiratorio y el metapneumovirus hay vacuna?

No hay vacuna para estos virus. Prácticamente, todos los niños menores de dos años se enferman de sincicial. Y en el caso del metapneumovirus, se estima que a los cinco años toda la población se ha infectado. Muchas veces la gente nunca lo sabe.

En el caso del sincicial, tuvimos una vacuna pero hubo problemas durante las pruebas se desechó. Hoy hay tres o cuatro compañías que están en la fase final para tener una vacuna contra el virus sincicial respiratorio; una vacuna dirigida, principalmente, a las mujeres embarazadas porque las infecciones por el virus son mucho más recurrentes en los menores de seis meses y en menores de dos años. Tenerla sería un gran logro para frenar el número de infectados y, por ende, disminuir la muerte de muchos niños.

Respecto a tu investigación, nos puedes decir ¿cuál es tu principal foco hoy?

Quiero entender cómo se  disemina el metapneumovirus. Si viaja a través de conexiones intercelulares es un problema porque el virus pasaría sin ser detectado por el sistema inmune, por lo tanto es mucho más difícil eliminar un virus como este. También estoy trabajando en desarrollar una vacuna contra este virus ya que es un problema de salud mundial muy grave, especialmente en países en vías de desarrollo.

¿Cómo llegaste a investigar estos temas?

“Como suele pasar en ciencias; empezamos a hacer una investigación sobre coinfecciones virales, es decir, cuando los virus atacan al mismo tiempo. Es un tema poco estudiado ya que la teoría clásica dice que uno se infecta solo de un virus a la vez. Pero ya sabemos que eso no es así, podemos infectarnos de uno, dos, tres y hasta cuatro virus de forma simultánea, pero siempre es uno de ellos el que predomina y provoca los síntomas de la enfermedad. Mi objetivo es entender las coinfecciones del sincicial y el metapneumovirus humano porque hay estudios que sugieren que cuando están los dos presentes en una persona los síntomas de las enfermedades son más graves y por ello queremos comprender qué es lo que pasa a nivel celular y averiguar cómo pueden coexistir estos dos virus.”

https://youtu.be/tHb0udt7LUA
célula infectada con metapneumovirus humano. En azul el núcleo de la célula. La zona blanca es un cuerpo de inclusión, el lugar donde el virus replica su material genético.

Se ha hablado mucho de que para prevenir el coronavirus debemos lavarnos las manos, ¿Los otros virus se frenan de esa misma manera?

“Sí porque comparten una característica en común; la mayor parte de los virus que circulan durante el invierno (influenza, VRS, metapneumovirus) todos tienen esa envoltura lipídica, de grasa, que el jabón común destruye y al hacerlo se inactiva el virus. Como ya no hay nada que proteja al material genético y por sí solo no puede entrar en la célula, queda inactivado completamente.”

¿Por qué es importante que una persona que presenta síntomas de estas enfermedades se quede en casa?

Una persona enferma se transforma en un vector. Llega a su trabajo, infecta a dos o tres más dependiendo de que virus sea, lo mismo con un niño o niña en el colegio, se produce una escalada de gente enferma y eso colapsa los sistemas sanitarios y produce un problema de salud pública importante. Es lo mismo para todos estos virus.

Quedarse en casa es lo mejor, pero si no puede, que cuando vaya use una mascarilla.

En Estados unidos se ha estimado cuánto dinero se pierde en invierno por las infecciones respiratorias y es entre 30 y 45 mil millones de dólares cada invierno por los últimos 3 años.  En esa cifra se incluye atenciones médicas, ausentismo laboral, gasto por remedios en farmacias…  Este gasto es varias veces más más que todo el presupuesto para ciencias en Chile.

Menú
X