Ciudades para los ciudadanos
«El urbanismo moderno surge para dar solución a los problemas de las personas» señaló Dra. Carmen Adams, quien estuvo en Santiago promoviendo el Máster de Ciudades Creativas que la Universidad de Oviedo, España ofrecerá en la Escuela Internacional de Postgrado de la Universidad Autónoma de Chile. «Ciudades hubo desde la antigüedad, pero el urbanismo del siglo XIX es respuesta al hacinamiento, a las malas condiciones laborales, a través de la intervención y planificación. Los temas hoy son otros; sustentabilidad, ciudades inteligentes, integración, pero en el fondo sigue la necesidad de crear ciudades vivibles, para los ciudadanos» analiza la especialista.
Debido a los cambios demográficos y al crecimiento general de la población, alrededor de 2.500 millones de personas podrían sumarse a las áreas urbanas en los próximos 32 años a nivel mundial, según el estudio del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (Desa). De este modo, el 68% de la población vivirá en ciudades en 2050.
«La gran mayoría de las personas viviremos en ellas, por lo que hay que buscar la mejor forma de poder hacerlo. Hay dos vertientes frente a la convivencia: una del despilfarro, lo que llama Llàtzer Moix “la arquitectura milagrosa”, los grandes edificios y las construcciones majestuosas. Y los planteamientos sostenibles, resilientes, sobre todo la preocupación por la calidad de vida de los ciudadanos» señala Carmen Adams, investigadora de la Universidad de Oviedo.
«Urbanismo es creatividad, es la lucha por el bienestar» agrega la especialista, «es obra de los socialistas utópicos, gente preocupada por lo que pasaba a las clases trabajadoras a finales del siglo XVIII. El urbanismo surge para mejorar la calidad de vida de los más pobres».
¿Qué se entiende por ciudad sostenible?
Ciudad sostenible o ciudad resiliente es la que permite la vida desde la calidad de la convivencia. Involucra temas como generar solo los residuos necesarios, transporte público de calidad, eficiencia energética de los edificios, seguridad, entre otros aspectos. Una ciudad que responde a la gente.
¿Cómo proteger el patrimonio?
El primer gran riesgo que se corre al preservar el patrimonio es la “Parquetematización” o “Disneylandización”. De tanto querer preservar y mantener una ciudad tal como siempre fue, se desintegra y desaparece. No podemos convertir a las ciudades en museos, están vivas y debemos, por lo tanto, preservar también su vida social y los espacios de convivencia. No se puede sacar a los ciudadanos para introducir turistas porque entonces ya no hay ciudad, se convierte en otra cosa. Como dijo Ítalo Calvino en Las Ciudades Invisibles: «… obligada a permanecer inmóvil e igual a sí misma para ser recordada mejor, Zora languideció, se deshizo y desapareció».
¿Qué viene a futuro en urbanismo?
Discusiones sobre varios temas como el riesgo de la gentrificación o el abuso de alquileres turísticos, el Big Data (macrodatos) y las Smart City (ciudades inteligentes), las Pasive Houses (casas pasivas), perspectiva de género y convivencia, reutilización, preservación de patrimonio, salud y sostenibilidad. Estamos con el concepto de autenticidad en patrimonio, al hablar de culturas más que cultura, un cambio de perspectiva bastante notable. En definitiva, recuperar la ciudad para los ciudadanos con las herramientas del siglo XXI. Escuchar necesidades y potencialidades, y entre éstas las que ofrecen las industrias creativas y aporta la Economía Naranja.
¿Qué se entiende por ciudad sostenible?
Ciudad sostenible o ciudad resiliente es la que permite la vida desde la calidad de la convivencia. Involucra temas como generar solo los residuos necesarios, transporte público de calidad, eficiencia energética de los edificios, seguridad, entre otros aspectos. Una ciudad que responde a la gente.
¿Cómo proteger el patrimonio?
El primer gran riesgo que se corre al preservar el patrimonio es la “Parquetematización” o “Disneylandización”. De tanto querer preservar y
mantener una ciudad tal como siempre fue, se desintegra y desaparece. No podemos convertir a las ciudades en museos, están vivas y debemos, por lo tanto, preservar también su vida social y los espacios de convivencia. No se puede sacar a los ciudadanos para introducir turistas porque entonces ya no hay ciudad, se convierte en otra cosa. Como dijo Ítalo Calvino en Las Ciudades Invisibles: «… obligada a permanecer inmóvil e igual a sí misma para ser recordada mejor, Zora languideció, se deshizo y desapareció».
¿Qué viene a futuro en urbanismo?
Discusiones sobre varios temas como el riesgo de la gentrificación o el abuso de alquileres turísticos, el Big Data (macrodatos) y las Smart City (ciudades inteligentes), las Pasive Houses (casas pasivas), perspectiva de género y convivencia, reutilización, preservación de patrimonio, salud y sostenibilidad. Estamos con el concepto de autenticidad en patrimonio, al hablar de culturas más que cultura, un cambio de perspectiva bastante notable. En definitiva, recuperar la ciudad para los ciudadanos con las herramientas del siglo XXI. Escuchar necesidades y potencialidades, y entre éstas las que ofrecen las industrias creativas y aporta la Economía Naranja.