Ciencia y coronavirus

Un virus, algo que sólo puede verse en un microscopio, puso en jaque al mundo. ¡Cómo nadie nos advirtió!, exclamaron muchos, pero los científicos lo venían analizando hace años, lo que pasa es que nadie los quería escuchar. O quizás no supieron cómo decirlo. Tal vez faltó quien pudiera entender qué estaban haciendo. En fin, si algo tenemos que aprender del 2020 es lo importante que es la divulgación de la ciencia, y lo necesario para la etapa que viene: la vacunación.

Dr. Iván Suazo. Vicerrector de Investigación y Doctorados, Universidad Autónoma de Chile
Carl Sagan lo dijo, vivimos en una sociedad absolutamente dependiente de la ciencia y la tecnología, y, sin embargo, nos las hemos arreglado para que casi nadie entienda de ella: esa es una receta clara para el desastre. Con 76% de la población poco o nada informada, ¿qué se puede esperar? Que se exijan certidumbres frente a algo que por esencia no lo es. Se están generando expectativas inapropiadas y erosionando aún más la confianza pública. Ahora estamos concentrados en apagar este fuego, pero ¿qué pasó para que se provocara?
 
La sociedad nos va a pedir que reduzcamos la vulnerabilidad y va a exigir a los gobernantes que se ocupen de reducir los riesgos. ¿Cómo? Necesitamos más evidencia científica, producir conocimiento para poder rebatir aquellos componentes irracionales y el exceso de infodemia. Gracias a la ciencia se erradicó la polio, ya no hay viruela, el sida es hoy una enfermedad crónica y otros muchos ejemplos. Recibimos un golpe fuerte, pero de seguro no es el último.
 
Carta publicada en El Llanquihue
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