Buscando alternativas terapéuticas para tratar el alcoholismo

Publicado : 08 noviembre 2021

Proyecto adjudicado por la Universidad Autónoma de Chile en el Concurso de Anillos de Investigación en Ciencia y/o Tecnología de ANID propone el desarrollo de nuevos fármacos o el uso de fármacos ya usados para otras patologías y modificaciones genéticas para atenuar, tanto la recompensa del alcohol como la actividad de glutamato/dopamina inducida por el consumo a diferentes niveles cerebrales.

El décimo tercer Estudio Nacional de Drogas en población general 2018, realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), estimó que cerca de 5 millones de personas de 12 a 64 años son consumidores de alcohol en nuestro país, de los cuales 1 millón son bebedores problema.  

Considerando las múltiples facetas sanitarias y económicas que implica el consumo abusivo de alcohol, un estudio del mismo año estimó que el costo anual de esta patología en Chile alcanza los US $2.239 millones; equivalente a la mitad del presupuesto del Ministerio de Salud en 2017.  

«Claramente estamos frente a una problemática de alta relevancia, que necesita de un abordaje multidisciplinario y en la cual la academia puede aportar desde la investigación y los posibles avances que se desarrollen» señala el Dr. Eduardo Karahanian, investigador de la Universidad Autónoma de Chile y director del proyecto denominado Development of novel therapeutic alternatives for alcohol-use disorders: a multidisciplinary approach.  

Actualmente existen a nivel mundial tres medicamentos aprobados para tratar el alcoholismo, pero ninguno provee una eficacia superior al 15 o 20% y sólo un 10% de los pacientes logra evitar las recaídas a mediano plazo. «Esto se debe principalmente a que, en los alcohólicos, se produce una respuesta inflamatoria en el cerebro, desbalanceando ciertos sistemas de neurotransmisores» señala el Dr. Eduardo Karahanian, investigador de la Universidad Autónoma de Chile, y agrega: «Aunque el individuo alcance la abstinencia, este desbalance se mantiene por un largo tiempo, lo que gatilla la recaída en el consumo».  

Los trastornos por abuso de alcohol son el resultado de un refuerzo positivo inicial, inducido por la dopamina, que puede progresar hasta el consumo de grandes cantidades. Si se interrumpe el consumo de alcohol, se produce una marcada hiper excitabilidad y malestar, por lo que se consume nuevamente alcohol para evitar los efectos desagradables, lo que se denomina refuerzo negativo.  

«Mientras que la hiper excitabilidad es de corta duración y se puede tratar eventualmente con los agentes farmacológicos actuales, hay otra condición importante que se mantiene durante largos periodos (por muchos meses, y quizá años) en los que las señales relacionadas con el alcohol y la disponibilidad de este conducen a la «recaída en la bebida», una condición en la que se consumen cantidades intoxicantes de alcohol en poco tiempo, similar al consumo compulsivo» complementa el investigador. La condición neuroinflamatoria cerebral se prolonga durante largo tiempo, lo que indica la presencia de potentes mecanismos de autoperpetuación.  

«En este proyecto Anillo, abordaremos de manera interdisciplinaria nuevas alternativas terapéuticas para cortar este círculo vicioso de neuroinflamación-desbalance-recaída» relata el Dr. Eduardo Karahanian. Para ello, el grupo de investigación utilizará como modelo de estudio la cepa de ratas UChB (U de Chile Bebedoras) que ha sido genéticamente seleccionada para beber alcohol. A través de ella estudiarán la eficacia de un fármaco llamado fenofibrato, y también moléculas que inhiban la activación de un canal implicado en los efectos de recompensa del etanol en el cerebro, usando herramientas bioinformáticas.  

Adicionalmente, explorarán la opción de generar una terapia génica de por vida contra el alcoholismo; «en publicaciones de nuestro grupo, hemos demostrado que el silenciamiento temporal de un gen en la zona de recompensa del cerebro disminuye el consumo de alcohol en ratas bebedoras. En este proyecto, buscaremos generar una inactivación permanente de este gen» detalla el investigador.  

Por último, estudiarán sustancias secretadas por células madre humanas, para revertir la neuroinflamación producida por el consumo de alcohol. Entre las sustancias secretadas por las células madre, se encuentran centenares de proteínas distintas, por lo que el equipo debe identificar la o las proteínas que son activas para disminuir el consumo de alcohol, utilizando herramientas de inteligencia artificial.  

El equipo está conformado por científicos con experiencia en el campo del alcohol, asociado a científicos formados en terapia con células madre, bioinformática/inteligencia artificial y estrategias de modificación de genes, quienes abordarán un nodo común en el trastorno por consumo de alcohol.

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