Investigación sobre reacciones moleculares para la Oficina de Investigaciones Científicas de la Fuerza Aérea de Estados Unidos

El Dr. Otoniel Denis-Alpizar, investigador de la Universidad Autónoma de Chile, trabajará por tres años con financiamiento de la Air Force Office of Scientific Research (AFOSR), para estudiar las reacciones moleculares que se producen alrededor de las naves espaciales cuando entran a la atmósfera.

«La oficina de investigaciones científicas de la Fuerza Aérea de Estados Unidos -AFOSR por sus siglas en inglés- realiza constantemente llamados para proyectos que son de su interés en diversas áreas. Los contacté porque tengo experiencia trabajando en sistemas relevantes para el régimen de vuelo hipersónico, les propuse el tema, les envié el proyecto y fue aceptado» comenta el Dr. Otoniel Denis-Alpizar, profesor del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile sobre el contrato que comenzó en junio de este año y que tiene una duración de tres años.

Las reacciones químicas son diferentes a distintas temperaturas, definir modelos que puedan explicar qué sucede con las reacciones a diversos grados es fundamental en momentos tan decisivos en las misiones interestelares como son la salida y el reingreso a la atmósfera, «estamos hablando de veinte mil grados kelvin ¡veinte mil! No podemos replicarlos fácilmente en experimentos, por eso creamos modelos que predigan qué sucederá» analiza Otoniel y agrega «es relevante para el diseño de las naves».

El proyecto analiza la redistribución de la energía a través interacciones moleculares alrededor de la nave. «En las películas, cuando una nave entra a la atmósfera siempre iluminan el frente, sin embargo, el resto también se ve afectado por la temperatura y las reacciones químicas. Son muchos los fenómenos y elementos químicos a considerar. Por eso hacemos simulaciones y cálculos sobre la estructura electrónica y la dinámica de las reacciones. Todo un reto desde el punto de vista teórico, encontrar las superficies de energía potencial relevantes y hacer predicciones que permitan un mejor modelamiento a la hora de la construcción» comenta el investigador.

Es precisamente en la teoría donde los investigadores más pueden aportar desde países como Chile. «Todo lo que realizamos son modelos teóricos, lo único que necesito son buenas computadoras, las que hoy están disponibles cada vez en más países. Desde el punto de vista experimental es completamente diferente: es mucho más difícil desde un país de Sudamérica hacer ciencia a nivel del primer mundo porque no hay muchos recursos como para el tipo de equipos necesarios. Pero la teoría sí se puede, y es lo que estamos haciendo desde la Universidad Autónoma de Chile»

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