Los afectos en la literatura chilena

Publicado : 09 junio 2021

Estudio rastrea la evolución del concepto de familia en la sociedad chilena reexaminando, desde una perspectiva crítica, la obra clásica La Hechizada de Fernando Santiván.

Considerando a la literatura como testigo privilegiado de las transformaciones sociales el investigador Dr. Christian Troncoso toma una obra canónica como es La Hechizada de Fernando Santiván -premio nacional de literatura 1952- para el analizar la forma en que se presentaban las relaciones amorosas a principios del siglo XX.  

«En la narrativa chilena actual existe una problematización del concepto de familia y han emergido otros modelos que habían quedado históricamente relegados, de allí surge la necesidad de documentar el proceso de transformación desde las estructuras tradicionales a las actuales» señala el también, director de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Autónoma de Chile.  

El modelo de familia occidental se basa en la producción y reproducción, creando un espacio en que otras estructuras familiares son entendidas como marginales. Los afectos siempre han estado en la cultura, lo necesario es determinar ciertos hitos con los que se podrían identificar los procesos de validación social, «con esto me refiero al reconocimiento institucional o estatal de estos» complementa el investigador.  

La lectura se trata de un trabajo arqueológico en el que el lector está llamado a reconstruir un mundo a partir de los fragmentos. En el caso de La Hechizada, en la trama se oponen dos formas de masculinidad según el director de pedagogía, «una, por decirlo así, epistemológicamente más relacionada a los afectos y la otra es una figura tradicional. Se aprecia el modo en que los afectos son castigados puesto que subvierten el orden social».  

Las familias no tradicionales no son marginadas en el contexto de la obra, sino que logran forjarse un espacio en la sociedad, «pudimos contrastar que emergen otras formas de constitución familiar no ligadas a lo consanguíneo y, por lo tanto, no afectas al paradigma de producción-reproducción» analiza el Dr. Christian Troncoso.  

Toda obra literaria es hija de su tiempo. «A pesar de lo ampulosa que pueda sonar una sentencia como esta, habría que explicar que hay dos formas en la que la literatura es testigo de la realidad que la circunscribe: una forma parte del proyecto escritural de su autor y la otra se produce de manera fortuita, muchas veces, hasta sin intención» señala el investigador.  

Hasta la literatura fantástica plantea una tesis sobre la realidad y problematiza la racionalidad de su época visibilizando de alguna manera las problemáticas sociales. Para el investigador «el componente mimético de la literatura hace que, en su esfuerzo por la verosimilitud describa sujetos, cosas o procesos que, a priori, no parecen sustanciales a la trama. Lo que Roland Barthes llamaba efectos de realidad, pero hoy sabemos que todos esos elementos que aluden al contexto específicos también forman parte del sentido global de la obra, nos dicen otras cosas del texto».  

Este estudio es parte de un proyecto de investigación surgido de concurso interno (DIUA 167-2019) y cuenta con la participación de estudiantes de la carrera de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la Universidad Autónoma de Chile y académicos de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). Además, circunscribe su temática a las perspectivas de estudio del grupo de investigación Literatura y Escuela y sus resultados han sido expuestos en dos congresos académicos.

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